martes, 23 de septiembre de 2014

Renuncio a ser adulto

Si, a veces tengo ganas, muchas ganas de volver a mi niñez… Esa, donde el disfrute era pleno y las preocupaciones brillaban por su ausencia. ¡La infancia es tan bonita! Que, a pesar de que de adultos seamos felices, siempre hay un momento en que queremos regresar a ella.


Así que aquí os dejo mi renuncia a ser adulto porque he decidido aceptar la responsabilidad de tener seis años nuevamente:

Quiero navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua.

Quiero pensar que los dulces son mejor que el dinero, pues se pueden comer.

Quiero tener un receso y pintar con acuarelas.

Quiero salir cómodamente de mi casa sin preocuparme cómo luce mi cabello.

Quiero regresar a mi casa, a una comida casera y que alguien corte mi carne.

Quiero recostarme a la sombra de un viejo roble, y vender limonada con mis amigos en un día caluroso de verano.

Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjugar mis lágrimas en sus hombros.

Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple

Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas; y eso no me molestaba, porque no sabía que no sabía y no me preocupaba por no saber.

Cuando todo lo que sabía era ser feliz porque no sabía las cosas que preocupan y molestan.

Quiero pensar que el mundo es justo. Que todo el mundo es honesto y bueno.

Quiero pensar que todo es posible…

Autor desconocido

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