Los niños se descalzan a menudo por varios motivos: por comodidad (los zapatos les molestan por muy cómodos que sean) y porque así tienen un mayor control sobre sus pasos, al apoyar directamente los pies ganan seguridad y equilibrio.
A muchos padres esto les desespera e intentan (infructuosamente) que se pongan los zapatos o las zapatillas de casa cada vez que les ven descalzos. Si es imposible que tu hijo te haga caso, mira el lado positivo de esta costumbre:
- Los niños que nadan descalzos con frecuencia tienen los pies más sanos.
- Andar sin zapatos favorece que el niño distribuya casi todo su peso en las almohadillas de los pies en lugar de hacerlo en los talones, lo que hace que camine más derecho y se caiga menos.
- Reduce los posibles daños en las extremidades y la espalda de andar con una postura incorrecta.
- Ayuda a desarrollar y fortalecer los músculos de las piernas.
- Facilita la circulación sanguínea.
- El pie suda menos, lo que previene problemas de mal olor, hongos…
Consejos para andar descalzo sin peligros
Si te da miedo que tu bebé se haga daño en las plantas de los pies o se enfríe, puedes seguir las siguientes recomendaciones:
- Si tu suelo resbala o está hecho de un material que puede dañar al bebé, ponle unos calcetines finitos con suela antideslizante.
- Si te preocupa que se enfríe, además de ponerle los calcetines de los que hablábamos antes, tienes que tener en cuenta que hasta los 4 años los niños tienen los pies recubiertos con una capa de grasa que los aísla en parte del frío.
Fuente: http://www.todopapas.com/
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