jueves, 26 de junio de 2014

De la cuna a la cama


Pasar de la cuna a la cama es algo que, muchas veces, llega a improvisarse. Así es como cada grupo familiar lo lleva a cabo, cuando cree que ha llegado el momento de hacerlo o bien, cuando se siente obligado. Hay niños a los que se les saca de su cuna y pasan a la cama, apenas habiendo cumplido el año; mientras que otros continúan en ella por mucho tiempo más.

Distintos métodos de los papás

La eventual llegada de otro hermano, provoca que el más grande tenga que ir acostumbrándose a una cama hecha para grandes.

A veces, los papás simplemente, no quieren comprar otra cuna y el primer hijo que antes la ocupaba, tendrá que pasar de manera repentina, a la cama.

Esto produce que el niño, no la ocupe debidamente, porque está acostumbrado al espacio reducido de la cama, lo que se traduce en que muchas veces, quede arrullado en la almohada de ésta.

También pasa que los papás llegan a dejar su hijo, ya superior a tres años, en la cuna, porque en la pieza no hay espacio para una cama más grande.

Elegir entre la cuna y la cama
Los papás deberían tener en cuenta que, el momento preciso para el cambio, corresponde a una especie de llamado del niño a tener cierta independencia.

Ahora, si se quiere mayor precisión: entonces, los papás podrían cambiar el lecho del niño, alrededor de los dos años. En esta edad, el niño ya tiene una mayor capacidad de movilidad, al punto que puede saltar literalmente, algún posible obstáculo para seguir su camino.

Esta edad resulta clave también, porque a partir de ésta, el niño empieza a controlar esfínteres, entonces, se verá en la necesidad salir cómodamente de su cama para ir al baño sin sus papás. Por otra parte, es también, desde los dos a tres años, que puede empezar en los niños, el deseo de dormir en una cama, tal y como lo hacen sus hermanos más grandes.

La importancia de la cuna

Para muchos niños, la cuna es un lugar que ellos asocian inmediatamente, a la comodidad y a la seguridad.

La cuna se vuelve bastante importante para los niños, porque es el lugar en donde pueden estar abrigaditos y protegidos, como lo estaban en la guatita de la mamá.

Para que a los niños no les resulte complicado el cambio, en especial a los más chicos, los papás tienen que darles a conocer las razones del cambio.

También es súper útil que los papás estimulen a sus hijos y para eso, es positivo que los consideren al momento de elegir una cama, por ejemplo.

Asimismo, que los niños participen desarmando la cuna o que sean ellos mismos los que elijan cuál o cuáles son los peluches que les gustaría llevar a su nueva camita.

Requisitos de la nueva cama

Cuando los niños pasan de la cuna a la cama, sin duda, están dando un paso muy importante; es por eso que ella debe cumplir ciertos requisitos, tales como:
  • Primero, debe ser acogedora para su pequeño ocupante.
  • Debe también, poseer, a modo de seguridad, alguna barandilla lateral.
  • Por lo mismo, el diseño tiene que ser sencillo y seguro.
  • El colchón y la altura, tienen que ser acordes a la edad del pequeño.
  • Tampoco debe presentar bordes o aristas cortantes.

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