Este virus tiene una fuerte capacidad de contagio, pasa con mucha facilidad de una persona a otra a través de unas gotas de saliva que salen al hablar, toser o estornudar. El contagio puede ser también por contacto de manos u objetos contaminados.
Síntomas de la gripe
Los síntomas son muy parecidos al del resfriado, pero se distingue porque suele comenzar con dolores musculares, malestar general, dolor de cabeza y fiebre con más de 38°C que puede durar hasta cinco días. La gripe puede generar molestias en los bronquios, suele estar acompañado de una tos fuerte y gran cansancio.
Los riesgos para el bebé
El virus no atraviesa la barrera de la placenta, por lo que no se transmite al feto. Se queda en el epitelio respiratorio de la madre.
Algunos de los síntomas pueden afectar al bebé en el desarrollo. Por eso te dejamos algunos consejos para evitar algún tipo de riesgo.
Inapetencia: A pesar de que haya falta de apetito, es importante que la mujer embarazada siga cuidando su alimentación y coma lo que necesite para el desarrollo de su embarazo.
Deshidratación: Hay que tomar líquidos como caldos calientes, zumo de frutas ricas en Vitamina C y purés de verduras para nutrir el organismo.
Control de fiebre: Controla la fiebre y bájala según lo que indique el médico.
Problemas respiratorios: La congestión nasal se debe evitar realizando lavado nasales con agua marina para evitar que se acumule mucosidad y que la gripe pueda complicarse con una sinusitis.
Como las defensas de la embarazada están bajas, la gripe se podría complicar y generar una neumonía, por esto, es importante que sigas al pie de la letra las instrucciones del médico, no automedicarse y guardar reposo.
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