lunes, 30 de junio de 2014

26 cosas curiosas sobre el colecho…


y las que me quedan por descubrir...

1. El primer día estaba segura que me sobraba un brazo, no sabía qué hacer con él. Ahora sé que soy superwoman y ese brazo está destinado a ir paralelo a la almohada para amamantar. Ese es su sitio.

2. Mi hija tiene dos tamaños, el vertical de la personita que corre delante de mí por el pasillo y me llega a la cadera, y el extensible u horizontal en el lecho, aquel en el que da todo de sí, porque de noche su tamaño se multiplica por arte de magia y ocupa más espacio que su padre en la cama (y eso que el hombre mide 1.90).

3. La cuna sidecar solo sirve de armario (esta idea no es mía), pero es un armario buenísimo con capacidad para tres lavadoras… si la niña la pones una noche en la cuna sidecar y por casualidad no se despierta, la que no pegas ojo eres tú (da igual lo cerca que estés) ya estás pensando si estará bien, si tendrá frío, vamos que en cuanto hace un gruñidito la pasas a tu cama, susurrando: "claro que sí cariño, aquí con mamá calentitas las dos, que te estaba echando de menos" y... bye bye cuna, welcome wardrobe!

4. Por tanto, yo soy la mejor cuna para mi hija. Mi cuerpo fue el lecho perfecto en los primeros meses, eso sí cuando pesó 6 kilos tuve que aceptar que mi espalda no daba para tanto y ponerla a mi lado bien cerquita (y lo admito, me costó un rato largo, para beneplácito de mi osteópata).

5. Una noche te pasará, te despertarás por la mañana temprano y la mirarás y dirás: Ostras ¿ha mamado?, te tocarás las tetas vacías (uff, menos mal) y al ver que sí llamarás a tu asesora de lactancia para contarle lo “mala-madre” que eres (Zambra tenía 2-3 semanas cuando me pasó) y ella dirá “¿das teta y duermes a la vez? ¡bien, vas viento en popa!”.

6. Si hasta ahora has sobrevivido más de 36 años con una sábana o la nórdica, bienvenida al club de las dos/tres mantas por lo menos. La primera ya nunca pasará de un poco más arriba de tu cintura (es decir a la altura de la niña que duerme a la altura de la teta para mayor comodidad), con la otra taparás tu parte superior (porque oye dormir con la teta fuera en invierno, da frío) y ¿la tercera para papá? noooo, la tercera por si la niña se desplaza en la cama y se queda por arriba de la primera para no moverla… papá suele estirar para arriba la primera manta que tú has apostillado a los pies de la cama y resignado duerme tal cual, menos mal que el mío es caluroso jejeje. Ahora que la niña se mueve más, hemos incorporado la cuarta manta, para papá.


7. La cabeza de tu hij@ deja círculos mojados en la sábana, por algo está calvita, y tú hagas lo que hagas vas a parar con la teta encima de uno y como que no mola… al final toallita al canto y a dormir. Un día crece, le sale pelo y sigue dejando círculos, lo que son los niñ@s.

8. Si eras como yo una trijismiquis en esto del dormir: tapones de oídos, luces bien apagadas, la cama hecha y bien estirada cada día que sepas que la maternidad lo cura todo, ahora dormirás como la seda, vamos que me río yo del antes y el después.

9. Mi marido tiene su propia cama de matrimonio disponible, para cuando le/nos apetece y/o hay que madrugar o trasnochar. Y me consta que no es el único. Fue indispensable y maravilloso para nosotrxs tomar esta decisión porque antes de cambiarnos a la cama King Size (a los 14 meses), dormíamos los 3 en una de 1.35cm, yo tengo la espalda delicada y ninguno de los tres en casa es precisamente pequeñito. Así que, ya sabéis: ampliar camas, añadir, cambiar, repartirse (los adultos)… lo importante es dormir bien cómod@s tod@s.

10. Tu hija hace los ruidos más bellos del mundo: eructos, pedos, ronquidos. Eso sí el día que crece y empiezan las toses y los mocos ya no es tan romántico pero aún así la adoras. Por cierto, hablando de toses, duermo de octubre a marzo, noche sí noche también, con una cebolla cortada en la mesita. Eso es amor de madre.

11. Ésta se la robo a Alba Padró, a veces al levantarte descubrirás que te duelen partes de tu cuerpo que ni sabías que existían. Después de los primeros meses cuando ya tienen más autonomía al tomar teta la cosa mejora y mucho. Ya ni te enteras.

12. Haz colección de cojines, para arriba, para debajo de la nena, para debajo de la barrera en el suelo, para el lado de la pared, para todo lo que se te ocurra. Dormirás mucho más tranquila te lo aseguro.

13. Aún así, un día se caerá, la verás llorandico en el suelo y te sentirás la peor madre del mundo. Se caerá y pondrás otro cojín más porque haciendo la croqueta ha encontrado el único hueco disponible. Ya está. Controlado (por ahora).

14.¿Crees en los fantasmas? Un día cuando tú estés en tu rato de "yo y mi facebook, foro, libro etc, soy libre!!!!” Te saldrá a buscar caminando y te dará un susto. Luego te morirás de ternura, hay pobriña, bien de teta y que se duerma pronto que estás en el chat. La mitad de veces te quedarás dormida con ella en la cama y el ordenador en stand by.

15. Tu hij@ tiene afición a destaparse y por mucho que la tapes tú, despierta, dormida, endormiscada te ganará siempre. Si tiene frío gira sobre sí misma y se pega cual lapa a papá o a mamá y solucionado. Aprende Myriam, ella tiene otra temperatura diferentes, es más yang.

16.¿Sabes encogerte y dormir en 40 cm de cama por no despertarla cuando está transversal en mitad de la cama King Size? Yo sí. Y si hace falta casi sin manta.

17. La naturaleza ha hecho que yo no pueda dar las dos tetas de un lado solo (sé que hay madres que pueden), así que primero había que cambiar a la niña, después pasarla debajo rodando y ahora me salta por encima ella misma diciendo entre sueños: “ la otra tetita”. Así vamos de un lado para otro y sin despertarnos.

18. Estoy tan acostumbrada a la mini luz azul con una ranita, que si un día no está y duermo la siesta sola la dejo puesta. Yo que no soportaba ni una rendija de la persiana.

19. El teteo nocturno me ha curado el insomnio. Si alguna vez me desvelo, deseo que se despierte para ponerla de nuevo en la teta. Bendita prolactina.

20.Un día tendrá fiebre. La primera noche no dormirás. La segunda te irás poniendo el despertador. La tercera te despertarás y estará el termómetro tirado en mitad de la cama. Tendrás bastante con tocarla.

21. La primera noche que duermas del tirón alucinarás. A mí me pasó hace poco y fue una falsa alarma. Te notarás rara y todo.

22. Tu hija habla de noche a veces, sí ella tan pequeñita, y sueña con Pocoyó, con Toy Story y con ir a casa de los iaios a Castelló, etc etc.

23.Las sábanas King size (2x2m) son más grandes y por lo tanto se ensucian menos. Sobre todo en invierno que hay que cambiar la macro-nórdica. Ay, con lo limpita que yo era!!!!

24. En invierno me he fabricado con un jersey viejo mi "pack antifrío". Un cuello cortado que cubre garganta y la parte superior del pecho y dos manguitos para encima del pijama. Me ha costado dos años hacerlo pero vaya gozada y bye bye toses.

25. Un día tendrá una pesadilla. Vendrá un pirata y un loro y te tocará hablar con ellos para que se vayan de la habitación, Y mira por donde, después de tanta mami, querrá que la proteja su papá. ¿Será que es más grande?

26. El colecho es, junto con la lactancia, lo mejor que me ha pasado en la vida maternal. Me hace tan feliz seguir disfrutándolo siestas y noches. Sentirla cerca, saber que está bien. Mi pareja y mi hija y yo sabemos que es nuestra mejor opción… y los fabricantes de camas gigantes también. ¿ Y tú, qué opinas?


Pd: Ah, se me olvidaba, la pregunta del millón... ¿Sexo? ¿Has dicho sexo? ¿Os he dicho que tenemos una habitación de invitados?

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