El momento de dar a luz a un niño es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer, es traer una nueva vida al mundo y, a la vez, es un proceso que puede asustarnos tanto a nosotras, como a nuestra pareja. Por eso, es importante que ambos se preparen para cuando el momento llegue (entre la semana 38 y 42 de gestación), y que sepan reconocer los síntomas del parto.
Hacer planes para cuando llegue el momento de dar a luz
Un consejo muy importante para que tú y tu pareja tengan en cuenta con respecto a la hora en que los síntomas del parto comiencen, es tener preparado un plan de acción. Por ejemplo, es sumamente recomendable saber a qué distancia se encuentra el hospital adonde darás a luz; lo mejor que hacer con respecto a esto, es conducir al menos una vez al hospital, para ver cuánto tiempo tardas en llegar.
Además, te recomendamos que a partir de la semana 34 hagas una lista de las cosas que vas a necesitar en el momento en que debas acudir al hospital, y tengas listo un bolso con todo lo incluido en la lista. También es útil tener una libreta con los contactos telefónicos de emergencia, en caso de que te encuentres sola cuando comiences a sentir los síntomas del parto, así alguien puede tomar las riendas de la situación.
Otros puntos a tener en cuenta a la hora de realizar planes para cuando llegue el momento tan esperado, incluyen los siguientes: si hay niños viviendo en la casa, deberás tener a mano el número de una niñera o persona de confianza a la cual sepas que puedes llamar en cualquier momento, puesto que tus síntomas del parto pueden comenzar en cualquier momento, incluso a la mitad de la noche.
De ésta manera, te asegurarás de que los niños están bajo el cuidado de alguien, y no deberás llevarlos al hospital contigo (lo cual puede resultar difícil en una situación de estrés cómo la de saber que estás por dar a luz). Además, querrás notificar en tu trabajo sobre la fecha aproximada en la que entrarás en trabajo de parto, para que sepan que, alrededor de esa fecha, podrás ausentarte inesperadamente (siempre es recomendable que tengas a mano un par de números de tus supervisores o colegas, para que alguien pueda avisar que te encuentras en el hospital).
La diferencia entre contracciones falsas y reales
Muchas veces, las mujeres confundimos determinados dolores “falsos” con los síntomas del parto “reales”. Por eso es necesario que aprendas a reconocer uno de otros. Por ejemplo, una buena forma de diferenciar las contracciones esporádicas de las que indican el inicio del parto es contar el tiempo entre una y otra; si son irregulares y no ocurren muy cerca una de la otra, es una falsa alarma, pero si ocurren a intervalos regulares, su intensidad aumenta y duran entre 30 y 70 segundos cada una, ¡es hora de ir al hospital!
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