Es importante que los papás tengan en cuenta que la pintura es un recurso decorativo que se complementa con otros como el papel pintado, murales, vinilos, frisos de madera, etc.
Para los papás es muy emocionante pensar en que, debido al hijo que viene en camino, tendrán que preocuparse de decorar la pieza de éste. Están tan ilusionados que no saben por dónde comenzar.
Por lo mismo, es bueno que tengan alguna guía que les sirva de ayuda para dicha actividad.
Los colores claros son una buena opción
Los papás tienen que fijarse a modo de objetivo, que el ambiente de la pieza sea cálido y resulte agradable para el niño. También, deben ser conscientes que éste es el refugio de su hijo, por eso, es importante que sea un lugar que permita su relajación.
Como es indudable que este espacio debe servir para que el niño duerma, los tonos de la pintura, debiesen ser suaves y claros.
Combinaciones que permitan la armonía
No son buenos los tonos oscuros, porque al tener más carácter y fuerza, en cuanto a lo decorativo, se vuelven menos aconsejables para estos lugares.
Para eso, los papás tendrían que buscar un color base sobre el cual trabajar y también, sobre el que girará toda la decoración.
Este color puede ser combinado con otros colores de la misma gama o bien, que sean opuestos en la escala cromática.
Lo importante, claro, es que se preocupen de buscar un equilibrio; puesto que la armonía transmite seguridad.
Efectos visuales que permiten algunos colores
Los colores que tienen la característica de neutros, como lo son, blancos, cremas, o grises muy claros, los pueden usar, si el espacio es pequeño, porque lo irán agrandando visualmente.
Si pintan el techo de blanco o de algún tono más claro que las paredes, logran aumentar la sensación de altura.
También resultan una buena elección si es que los papás buscan un ambiente que sea más tranquilo.
Pero también pueden animarlo, usando toques de color en los complementos.
Uso de colores más fuertes
Los colores que son fríos como el azul, verde, malva y violeta en todas sus gamas también son muy relajantes.
Así es como logran estimular la concentración y por lo demás, se caracterizan por ser colores “frescos”, los que resultan muy indicado, en el caso de un dormitorio caluroso.
El azul siempre ha sido un color que los papás eligen, de cuando el niño es bebé; ya que, entre otros beneficios, el tono celeste permite la creación de atmósferas ligeras y suaves.
Los malvas y los violetas son más femeninos, es por eso que los papás los eligen para ambientar los dormitorios de las niñas.
En el caso de dormitorios que sean poco luminosos, así como muy frías, es recomendable que los papás opten por colores cálidos como el amarillo o naranjas suaves.
Además estos colores permiten originar ambientes muy acogedores, pues brindan una importante cantidad de mucha luz.
Si los papás eligen estos colores en sus variantes más intensas los pueden “rebajar”, al combinarlos con colores fríos o neutros como el blanco.
Si deciden hacer uso del rojo, deben ocuparlo en ciertos elementos o en una sola pared, porque es muy poderoso y demasiado estimulante, para una zona destinada al descanso.
Es importante que los papás tengan en cuenta que la pintura es un recurso decorativo que se complementa con otros como el papel pintado, murales, vinilos, frisos de madera, etc.
Los colores que son fríos como el azul, verde, malva y violeta en todas sus gamas también son muy relajantes.
Así es como logran estimular la concentración y por lo demás, se caracterizan por ser colores “frescos”, los que resultan muy indicado, en el caso de un dormitorio caluroso.
El azul siempre ha sido un color que los papás eligen, de cuando el niño es bebé; ya que, entre otros beneficios, el tono celeste permite la creación de atmósferas ligeras y suaves.
Los malvas y los violetas son más femeninos, es por eso que los papás los eligen para ambientar los dormitorios de las niñas.
En el caso de dormitorios que sean poco luminosos, así como muy frías, es recomendable que los papás opten por colores cálidos como el amarillo o naranjas suaves.
Además estos colores permiten originar ambientes muy acogedores, pues brindan una importante cantidad de mucha luz.
Si los papás eligen estos colores en sus variantes más intensas los pueden “rebajar”, al combinarlos con colores fríos o neutros como el blanco.
Si deciden hacer uso del rojo, deben ocuparlo en ciertos elementos o en una sola pared, porque es muy poderoso y demasiado estimulante, para una zona destinada al descanso.
Es importante que los papás tengan en cuenta que la pintura es un recurso decorativo que se complementa con otros como el papel pintado, murales, vinilos, frisos de madera, etc.
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