Aunque a veces sea difícil entender sus señales, observar a tu bebé constantemente te hará más sensible a sus necesidades. Con la práctica serán más claras y podrás responder mejor a ellas. Al hacerlo, los dos aprenderán a comunicarse mejor y tendrá la confianza de que se encuentra a salvo y seguro en su mundo.
Esto son algunos signos de que está listo para jugar o relacionarse con otros:
• Tiene relajados la cara y cuerpo
• Sigue tu voz y cara
• Trata de acercarse a ti
• Mira fijamente
• Levanta la cabeza cuando le hablas
Cuando llora, ¿qué hago?
Si tu bebé llora o está inquieto no siempre tiene hambre. Alimentarlo puede ser un error cuando en realidad es otra su necesidad, por ejemplo:
• Necesita que algo cambie para sentirse cómodo
• Quiere estar tranquilo por un momento
• Necesita que le cambies el pañal
• Desea estar cerca de ti
• Siente calor o frío
• Tiene ganas de eructar
• Se siente mal
• Algo le asusta
• Está cansado
¿Qué hacer si necesita sentirse cómodo?
• Aléjate con él o para la actividad que está sucediendo y acércalo a tu cuerpo
• Cambia de ambiente. La gente y el ruido pueden resultar muy agotadores para los bebés
• Acuéstalo para que duerma una siesta si está cansado
• Háblale o cántale suavemente
• Mece, balancea o arrúllalo lentamente
• Dale masaje suave en la espalda, los brazos y las piernas
Calmar a tu bebé toma tiempo. Muchas veces debes repetir la misma acción por varios minutos antes de tratar algo diferente. ¡Ten paciencia! Si sigue llorando o parece estar cada vez más irritado, intenta otra de las sugerencias antes mencionadas, pero si ya revisaste lo anterior y sigue llorando:
• Sostenlo cerca de ti
• Repite la misma acción durante varios minutos. Entre más estresado esté tu bebé más tiempo te tomará tranquilizarlo
• Pide ayuda a algún familiar
• Toma un breve descanso
• Si ya intentaste todo y sigue inquieto o con llanto, llama a tu médico
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