lunes, 2 de junio de 2014

Complemento de lactancia materna con relleno


Si estás preocupada por la alimentación de tu bebé y no sabes si debes complementar tu leche con la leche de fórmula, te daremos algunas sugerencias para que puedas evaluar lo que es mejor para tu bebé.

Si tu hijo se alimenta sólo con leche materna puedes complementarla con leche de fórmula de manera segura. Algunas mamás deciden hacer este cambio cuando entran a trabajar, pero sin dejar por completo la lactancia o lo hacen porque sus hijos no están recibiendo la leche necesaria para un crecimiento y desarrollo adecuado. Otras lo hacen porque necesitan un poco de libertad y dejan que otra persona le de la mamadera al bebé de vez en cuando.

Aunque decidas esta opción debes recordar que es siempre mejor tomar un poco de leche materna que nada, por lo que mientras más amamantes tu hijo mejor será, aunque sea dos o tres veces al día. A pesar de que la leche de fórmula tiene los nutrientes necesarios para tu hijo, no contiene los factores inmunológicos que sí contiene la leche materna que lo protegen de las enfermedades, y a diferencia de leche materna, no va cambiando su composición de acuerdo a las necesidades nutricionales de tu hijo.

Por otro lado, no te olvides que tu producción de leche dependerá de la demanda del bebé, por lo que mientras menos leche le des menos producirás. Pero si sustituyes una o dos tomas a la semana, no variará mucho tu producción de leche.

Algunas madres sostienen que la leche materna no basta para que el niño engorde y creen que es necesario incorporar la leche de fórmula. Pero esto es sólo un mito, ya que aunque a veces sucede que los niños alimentados únicamente con el pecho materno engordan un poco menos que los que reciben la fórmula, esto no quiere decir que no estén sanos y fuertes. La leche materna contiene elementos que la leche de fórmula carece, aunque tú seas delgada o tengas los pechos pequeños.

El momento apropiado para complementar con leche de fórmula
Lo mejor es esperar a que el bebé cumpla al menos un mes de vida, ya que es necesario que se establezca la rutina de alimentación y tú tengas una buena producción de leche para que no se vea afectada cuando ocasionalmente sustituyas el pecho por la mamadera. Aunque la mayoría de los bebés rechaza la mamadera al inicio, puedes intentarlo cuando quieras.

La mejor manera de empezar con la leche de fórmula
No existe una forma ideal ya que cada bebé es único. Algunos se adaptan rápidamente, pero hay otros que al inicio rechazan la mamadera sobre todo si eres tú la que se la da, esto se debe a que siente tu olor y seguramente prefiere que le des pecho. Si tu hijo está acostumbrado a tomar leche materna en la mamadera esta transición será más fácil, aunque puede siempre rechazar el contenido de la mamadera.

Para que la transición sea más fácil, encarga que sea otra persona la que le de la mamadera las primeras veces.

No es recomendable darle la mamadera cuando llora de hambre, ya que la frustración en ese momento es muy alta y no querrá probar con algo nuevo.

¿Se puede mezclar en la misma mamadera la leche materna con la de fórmula?
Los expertos en lactancia no lo recomiendan porque si el bebé rechaza la mamadera o no toma todo su contenido, terminarás botando tu leche que seguramente te ha costado trabajo extraértela. Lo ideal es que le des tu leche primero y si ves que todavía tiene hambre, prepárale un poco de leche de fórmula.

¿Qué reacción puedo esperar de mi bebé si complemento el pecho con la leche de fórmula?
Si le das la mamadera con la leche de fórmula, puede que tu bebé empiece a rechazar tu pecho porque succionar desde un tete es más fácil y requiere menos esfuerzo. Por lo que si tu hijo es un comilón preferirá este flujo rápido y abundante sin tanto esfuerzo. Otro cambio que observarás es que la leche de fórmula lo satisface por un tiempo más prolongado, porque requiere más tiempo para digerirse que la leche materna.

Las deposiciones de tu bebé se pondrán más pastosas (como la mantequilla de maní), se oscurecerán y adquirirán un color café, tendrán un olor más fuerte y defecará con menos frecuencia que cuando le dabas sólo leche materna. Además puede que tu bebé no haga popó por dos o tres días ya que la leche de fórmula tiene más proteínas lo que enlentece el sistema digestivo.

Si después de introducir la leche de fórmula en la alimentación de tu hijo ves que él vomita o en la caquita aparecen algunas manchas de sangre, suspende la administración con fórmula y contacta inmediatamente al pediatra. Esta reacción puede ser indicador de que tu bebé no está tolerando la leche artificial.


Fuente: http://www.facemama.com/

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