Quién no recuerda de niño todas esas frases “célebres” de mamá que más de alguna vez nos hicieron rabiar, llorar, temer y hasta reflexionar? Las frases de mamá con las que crecimos en muchas ocasiones se convierten en palabras que quedan siempre para la memoria, ésas que difícilmente, a pesar de los años, simplemente no se olvidan; y no se borran porque jefas del hogar nos las repitieron una y otra vez, para nuestro bien.
Como una letanía, de niños pocos las comprendieron, de grandes, no sólo las analizaron, sino que muchos las adoptaron como propias y ahora las utilizan como herramienta para sus hijos. Al final, esas frases repetitivas, regañonas y a veces hasta amenazantes, no son más que un método ortodoxo de reflexión, educación y de enseñanza. Para niños y no tan niños, las mamás tienen un stock de frases capaces de adecuarse a cualquier edad y situación... aquí un vistazo a las más comunes.
- "Llegando a la casa arreglamos las cosas": !Uy! Alguna vez escuchaste esto de mamá. La frase hace alusión a algo incorrecto que hiciste fuera de casa, y, llegando, vaya la regañada... a placer de tu mamá, sin que nadie aoiga ni pueda salvarte de la regañiza.
- "Mientras vivas en esta casa, respetas mis reglas" :Cuando ya no eres tan niño y el inquietud por las salidas nocturnas ya te cierran le ojo, ésta frase la escuchas a menudo. ¿Llegaste después de al hora?
- "Ahorita te voy a dar tres y tu jarro de agua": Siempre llegan los "tres" (nalgadas), pero ¿y el jarro de agua? Un frase declaratoria de que no te salvas de la paliza.
- "Te dije cilantro, no perejil": Y es que, los que jamás entran a la cocina: los hijos, qué vana saber si es cilantro o perejil... los dos son verdes e iguales; cuando el difícil arte de distinguir a ambos sólo al poseen ellas.
- "No se dice 'qué', se dice mande": Una frase clave para la educación, en las que las mamás hacen especial énfasis, en hijos chicos y grandes.
- "Te doy tres para que dejes eso... 1, 2...": Luego de que mamá te ha dicho por quién sabe cuántas veces que dejes de hacer o tomar algo, entonces llega la frase amenazante... y lo dejas.
- "Sigue llorando ahorita te voy a dar de veras, para que tengas por qué llorar": No se la pegas. Ante las lágrimas de chantaje, mamá tiene su mejor arma.
- "Cuando tú vas, yo ya fui y vine": La experiencia ante todo. Es difícil mentirle a mamá, se las sabe de todas, todas.
- "Qué no tienes boca para avisar": Pretextos sobran. Se te apagó el celular, no había señal, en fin, no hay pero que valga.
- "Pero deja que llegue tu papá": Ésta es un frase clásica, cuando ya la mamá no pudo con el hijo, entonces la fuerza superior tiene que salvar el asunto... pobre papá.
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