miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿A ponerse en forma? (de bigmamiblog)



Comienzan los días lindos (o al menos eso sería lo correcto para noviembre) y por todos lados se escucha la máxima “¡Se viene el verano y hay que ponerse en forma!”. Esta mágica frase, provoca en cuestión de segundos que la mayor parte de las mujeres, se visualice espléndida y bronceada, con un bikini nuevo (obvio), untándose en aceite de coco.

Y es tan mágica esta frase, que milésimas de segundos más tarde, provoca que todas esas mismas mujeres caigan en la cuenta de que están blancas como una papa, con algún kilito de más (culpa del aire, porque en realidad no es que comamos mucho, engordamos de respirar nomás…), y seguramente un poco más “flojitas”… (por no decir flácidas, que es una palabra que a las mujeres no nos gusta).

¿Pero qué pasa con esta frase, si la mujer que la escucha, además de algún kilito de más, tiene 2 kilos de bebe, 3 de líquido, 1 más de lolas, y 3 kilos de grasita para producir leche materna? ¿Cómo se sienten las mamás cuando la cosa viene de ponerse en forma, si en realidad lo único que perciben es cómo pierden su forma y se van transformando en… sandía?

Esta frase puede provocar incertidumbre, angustia y frustración. Pero no siempre. También puede provocar motivación y entusiasmo. Y de eso se trata esta columna.

El ejercicio durante el embarazo, acompañado de una buena alimentación, tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebe.

A continuación, les dejamos una entrevista a la Ginecóloga Mariana Boutmy, donde explica sobre cómo practicar ejercicio de manera efectiva y responsable, durante y después del embarazo.



Comencemos por el principio, ¿Es recomendable el ejercicio en el embarazo?

El embarazo no debe ser una excusa o una barrera para no hacer ejercicio. Solo hay que saber qué tipo de ejercicio evitar y cuál es el más recomendable.

Hacer ejercicio físico durante el embarazo mejora el sistema cardiovascular y muscular, favorece la corrección postural y evita el aumento excesivo de peso. También mejora la presión arterial y disminuye el riesgo de desarrollar una diabetes gestacional. Esto le da a la embarazada una mejor condición física, y le permite enfrentar el embarazo y el trabajo de parto con menos riesgos. Existen datos además que traducen un menor tiempo de hospitalización en el postparto y reduciría el número de cesáreas.

Además de los beneficios físicos, hacer ejercicio durante el embarazo aumenta el bienestar psicológico, reduce la ansiedad, la depresión y el insomnio. Algunas de estas cosas vinculadas a la mejor aceptación de los cambios en la imagen corporal de la embarazada.

¿Cuáles son los ejercicios permitidos y a recomendar, y cuáles son los prohibidos o los que deben evitarse?

Evidentemente cada embarazo es distinto, y conlleva distintas precauciones y riesgos, pero a grandes rasgos podemos hablar de deportes prohibidos y otros recomendables. Cada embarazada debe de todas formas consultar con su ginecólogo ya que éste es el que conoce cada caso particular.

Se recomienda no realizar ejercicios aeróbicos de alto impacto, es decir de corta duración e intensidad máxima, porque pueden provocar una disminución del flujo sanguíneo a nivel uterino y disminuir así el oxígeno al feto (spinning, gimnasia aeróbica, trotar, correr, levantamiento de pesas, etc)

Tampoco es recomendable realizar deportes de contacto que impliquen golpes y caídas peligrosas, o impactos de pelota (hockey, vóleibol, artes marciales, etc.)

Por último, se desaconsejan también los deportes de aventura (kite, escalar, paracaidismo, buceo, etc.) así como la equitación.

Los recomendados son:

. Caminar- es un muy buen ejercicio para la embarazada y para retomar en el puerperio. No se requiere estar en forma para hacerlo por lo tanto es una buena actividad para las mujeres que no practicaban deporte previo al embarazo. A un ritmo constante pero que no fatigue a la embarazada, y por periodos de no más de 30 o 40 minutos.

. Elongación- Ideal para mejorar la flexibilidad, tonificar los músculos y mejorar el equilibrio corporal y la circulación.

. Pilates- el método Pilates es un plan de ejercicios que fortalecen y tonifican los músculos mediante el estiramiento. Es muy aconsejable para las embarazadas y luego del nacimiento. Entre otras cosas, fortalece la pared abdominal mejorando el trabajo de parto y disminuyendo el riesgo de la diástasis de los rectos (separación anormal de los músculos de la pared abdominal). Fortalece la musculatura de las piernas y brazos y su circulación sanguínea. Mejora el sueño, la concentración y el equilibrio.

. Yoga- Mantiene relajada a la embarazada, mejora el equilibrio y ayuda a controlar la respiración.

. Bicicleta- Se puede pedalear al aire libre en los primeros meses del embarazo, cuando la barriga casi no se nota, ya que luego se puede perder fácilmente el equilibrio y provocar caídas. En esos momentos se aconseja la bicicleta estática.

. Natación- Realizar ejercicios en el agua proporciona importantes beneficios tanto para la embarazada como para el feto, relaja y mejora los dolores corporales. Es importante tener en cuenta que la temperatura del agua no sea demasiado alta ya que puede vasodilatar la circulación de la embarazada y provocarle mareos.

Y después del nacimiento del bebe, ya sea por parto o por cesárea, ¿cuándo se puede retomar el ejercicio y cómo debería ser esa vuelta?

Cualquier tipo de actividad física es recomendable no iniciarla hasta pasados los primeros 40 días, período llamado puerperio, destinado a la restitución a su estado normal, de todos los cambios anatómicos y funcionales del aparato reproductor (menos las mamas).

Luego de este tiempo se recomiendan ejercicios físicos orientados a reforzar la musculatura de la región perineal, recuperar el tono abdominal y el equilibrio postural.

El ritmo y la intensidad del deporte, debe realizarse de forma gradual, según la capacidad física de cada mujer. Se recomienda comenzar con aquellos deportes que fueron recomendados durante el embarazo. Recordemos además que durante la lactancia el aumento del volumen mamario puede ocasionar que el ejercicio sea incómodo e incluso doloroso.

Aquellas pacientes que tuvieron cesárea, deben tener la precaución de evitar los ejercicios abdominales los primero 2 o 3 meses.

Algunas recomendaciones finales:
Un poco cada día: 30-40 minutos diarios o días alternos.
Olvidar las competiciones: evitar los deportes de contacto y bajar el ritmo, y así disfrutar del placer de hacer deporte
Confiar en el médico: una buena comunicación entre la embarazada y su ginecólogo o partera logra evacuar todas las dudas.
Utilizar la lógica: evitar realizar deportes no recomendados y el gran desgaste físico.
Cada embarazada es única: el ejercicio durante el embarazo debe ser controlado de forma individual, y el máximo de cada mujer varía en función de su edad, condiciones físicas previas, fisiológicas, etc. Si se va a un gimnasio, siempre avisarle al entrenador sobre el embarazo
Escuchar las señales: el embarazo provoca grandes cambios fisiológicos y hay que estar pendientes de ellos para continuar o detener la práctica de un deporte


FUENTE: http://bigmamiblog.wordpress.com/

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