Dicen que después de la Revolución Industrial, la revolución digital es el cambio más significativo que ha ocurrido en la historia de la humanidad. Los consumidores se convierten en fans y seguidores, los más talentosos periodistas se posicionan como blogueros, y los profesionales construyen su huella digital.
No voy a hablarles hoy de la democratización de la información que vino de la mano de Google o de Wikipedia, ni tampoco sobre el impacto de las redes sociales. Hoy les voy a hablar de un fenómeno que ningún otro marketinero digital se ha planteado si quiera: EL EMBARAZO DIGITAL.
Como todos los embarazos, este fenómeno comienza con un simple atraso. La mujer, a partir de ahora “madre”, va en el ómnibus camino a su trabajo y siente una vibración en su pierna. Es su smartphone, y la vibración proviene de la aplicación que le avisa que debe comprar un nuevo paquete de pastillas anticonceptivas. En ese momento se desayuna de lo que le está ocurriendo y whatsappea a su marido: “Gordo… ¡no me vino!”. Mientras espera su respuesta, googlea “Eva test”, “test de embarazo”, y aprovecha a mandar un mail para agendar consulta con su ginecólogo.
Esa noche se hace el test de embarazo, y confirma la buena nueva. Emocionada e incrédula se acuesta en la cama con su marido y conversan. “¿Sacaste hora con tu ginecóloga?” le pregunta él. “Sí obvio” contesta ella. “Es divina, te va a encantar, tiene como 600 contactos en Linkedin y más de 3000 seguidores en twitter”. “Ah, genial” Contesta el padre, aliviado.
Esa noche acuerdan esperar a los tres meses, para estar tranquilos y poder dar la noticia. Pero la ansiedad puede más que ellos, y deciden hacerlo público al día siguiente. Y como todas las primicias candentes, la noticia se sabe por Twitter. “Se viene #elcabeza junior!” twitea el padre, inventando un hashtag para llamar a su hijo, antes de que el pequeño tenga su propio nombre. A este twit le siguen 40 favoritos, varios RT, y tampoco falta la respuesta de la madre “También puede ser #lapeque, no?”
A los pocos días, llegan al consultorio de la ginecóloga, y después de hacer “check-in” en foursquare, se anuncian en recepción. “Vinimos a ver a la Dra. Pérez”. La recepcionista que juega al Candy Crush, no levanta los ojos del monitor y contesta “¿La Dra. Pérez Castillo o Pérez Gómez?”. La madre piensa unos segundos y contesta “Ay, no estoy segura… la Dra. Pérez, la que tiene un blog”. “Consultorio 4” contesta la recepcionista. La consulta es rápida y amena.
La doctora coloca el estetoscopio para escuchar el corazón del bebe mientras papá graba el sonido con su Smartphone, y twitea “Fuerte como el padre, #elcabeza va a ser delantero!”.
En la semana 12, la madre está totalmente embarazada, ya ha publicado la foto de la ecografía en Facebook y ha cambiado su descripción en twitter: “Alina, Lic. En administración y esperando a #la peque o #elcabeza!”. El sexo del bebe aún es dudoso, pero debajo de la foto ya hay 79 “me gusta” y algún que otro comentario del estilo “Aunque no quede claro si es nena o varón, queda confirmado que sacó la cabeza del padre! Bien #CABEZA!”
El embarazo pasa lento y los meses se hacen eternos. La mamá recibe semana a semana la actualización por mail de la web de Babycenter, donde va siguiendo paso a paso el desarrollo del bebe. La partera le recomendó varios sitios de internet donde informarse sobre epidural, cesárea, y parto en el agua. En su ipad lleva un registro de su peso, y agenda los controles ginecológicos. Se hizo fan de todas las páginas en Facebook que tuvieran la palabra “bebe”, “baby” o “embarazo”, y en su cuenta de pinterest ya tiene varios tableros con fotos de decoración de cuartos infantiles. Cada vez que inicia un nuevo mes se saca una foto parada de perfil para subir a Instagram donde planea hacer un registro de cómo viene creciendo su panza.
En la semana 20 descubre el mundo de las compras por internet. Se acerca el blackfriday y programa una nueva ecografía para saber el sexo de una vez y poder confirmar el carrito que viene armando desde hace varias noches. “¡Se viene Guadalupe!” esta vez, manda sms a los abuelos, twitea para los amigos, y manda un mail a su googlegroup para que se enteren todos los de la oficina.
Su hermana se encarga de organizar el babyshower en su casa. Avisa a todas las amigas que ya creó la lista de regalos en “misregalitos.com.uy”, y de regalo, le compra por Groupon 10 clases de pilates. “Ya tenemos #lamadrina!”
Se acerca el momento del parto, y ya ha visto varios videos en youtube sobre cómo respirar, cómo pujar, cómo cambiar un pañal y cómo bañar al bebe. En el bolso maternal ya tiene pronta la filmadora, la cámara de fotos y los cargadores de los celulares. Faltan pocos días, y cada nuevo día que pasa, publica en su muro “faltan 5 días para que llegue Guadalupe!” “Ahora faltan 4 días”, “En 3 días con la gordita en brazos!”
El 8 de marzo, a las 2 de la mañana, los amigos del padre ven que hace “Check-in” en el hospital. “¡¿Y, cabeza? ¿Qué novedades?!” pregunta uno de ellos por Viber.
Silencio digital. ¡Nació Guadalupe!
En la semana 20 descubre el mundo de las compras por internet. Se acerca el blackfriday y programa una nueva ecografía para saber el sexo de una vez y poder confirmar el carrito que viene armando desde hace varias noches. “¡Se viene Guadalupe!” esta vez, manda sms a los abuelos, twitea para los amigos, y manda un mail a su googlegroup para que se enteren todos los de la oficina.
Su hermana se encarga de organizar el babyshower en su casa. Avisa a todas las amigas que ya creó la lista de regalos en “misregalitos.com.uy”, y de regalo, le compra por Groupon 10 clases de pilates. “Ya tenemos #lamadrina!”
Se acerca el momento del parto, y ya ha visto varios videos en youtube sobre cómo respirar, cómo pujar, cómo cambiar un pañal y cómo bañar al bebe. En el bolso maternal ya tiene pronta la filmadora, la cámara de fotos y los cargadores de los celulares. Faltan pocos días, y cada nuevo día que pasa, publica en su muro “faltan 5 días para que llegue Guadalupe!” “Ahora faltan 4 días”, “En 3 días con la gordita en brazos!”
El 8 de marzo, a las 2 de la mañana, los amigos del padre ven que hace “Check-in” en el hospital. “¡¿Y, cabeza? ¿Qué novedades?!” pregunta uno de ellos por Viber.
Silencio digital. ¡Nació Guadalupe!
Fuente: http://bigmamiblog.com/2013/11/26/un-embarazo-digital-parte-i/
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