Numerosos niños tienen por lo menos una infección del oído durante sus primeros años de vida y algunos permanecen con infecciones de oído en forma repetida. En efecto, las infecciones de oído son responsables de más visitas al pediatra que de un niño enfermo por cualquier otra enfermedad de la infancia. Este artículo puede ayudarte a comprender lo que sucede durante una infección del oído, cómo se desarrollan estas infecciones y cómo deben tratarse.
¿Qué es la otitis media?
Cuando el pediatra explica que el bebé tiene una otitis media, está diciendo que ve líquido en el oído medio (ver dibujos). Cuando ese líquido está infectado, el cuadro se denomina otitis media aguda. En cambio si ese líquido en el oído medio no está infectado, la misma es indolora y se la denomina otitis media con derrame. A continuación explicaremos cada uno de los casos.
El oído normal
A uno y otro lado de la membrana del tímpano hay aire que permite al tímpano vibrar fácilmente. Cualquier líquido en el oído medio drena por la trompa de Eustaquio. Si ésta esta tapada o inflamada por un resfrío, se acumula líquido y el tímpano reduce su capacidad vibratoria.
La otitis media aguda
El líquido acumulado en el oído medio se infecta. Se produce inflamación de la membrana timpánica que hace presión sobre el tímpano reduciendo su capacidad vibratoria. Generalmente hay dolor e inflamación.
La otitis media con derrame
Es cuando la infección se ha resuelto pero todavía hay líquido en el oído medio que debe reabsorberse. El aire exterior empuja la membrana del tímpano retrayéndola hacia adentro impidiendo que el tímpano pueda vibrar, lo que reduce la audición sin producir dolor.
¿Qué causa las infecciones del oído?
Habitualmente, una infección de un oído es una complicación de un resfrío. Se produce cuando el resfrío causa tumefacción y bloqueo de la trompa de Eustaquio, de manera tal que se acumula líquido en el oído medio y se infecta.
Los bebés y los niños pequeños que comienzan a caminar, tienen una trompa de Eustaquio más corta y más angulada que los niños mayores y esto los hace más propensos a la otitis media.
La mayoría de los niños superan la tendencia a desarrollar infecciones del oído cuando tienen más de 4 años de edad.
Otros factores que aumentan el riesgo de infección son:
¿Cuáles son los síntomas?
Para saber si tu bebé tiene una infección de oído tienes que ver si presenta alguno de estos síntomas:
Irritabilidad y llanto
El síntoma más común de una infección de oído es el dolor de oído. Si bien un niño más grande puede decir que tiene dolor de oído, el bebé puede simplemente estar irritable y llorar más que lo habitual. Generalmente esta afección suele pasar inadvertida. El bebé siente dolor y presión es sus oídos cuando está recostado y lo hace llorar, pero, al ser levantado, esta presión disminuye debido a la posición vertical que calma su llanto. Los padres pueden confundir esto con un "capricho", pensando que el bebé sólo quiere estar en brazos cuando en realidad es la posición la que le hace calmar el dolor. En estos casos es importante que el médico haga un control de sus oídos. La otitis suele aparecer cuando comienzan los primeros baños y le entra agua en sus delicados oídos. Otros signos que puede tener el bebé es agarrar, tirar y darle vuelta a sus orejas constantemente con sus manos, señal que indica que le duele.
Trastornos en la alimentación y en el sueño
La alimentación, el estar acostado y la succión causan cambios de presión dolorosos en el oído medio, de manera tal que el bebé puede comer menos de lo normal o tener un trastorno para dormir.
Trastornos físicos
Otros síntomas son la fiebre, diarrea, pérdida del equilibrio, dificultad en la audición, y la salida de un drenaje amarillo o manchado con sangre del oído. También puede tener mal olor que sale de sus oídos. El dolor de oído o la irritabilidad también pueden estar causados por un dolor de garganta.
¿Cuál es el tratamiento?
Habitualmente la otitis media aguda se trata con antibióticos. Sin antibióticos, la mayoría de las infecciones (alrededor del 70%) mejoran en pocos días. Pero incluso con antibióticos, algunas infecciones (alrededor del 10%) no mejorarán en un corto plazo. Lamentablemente es imposible saber qué bebés andarán mejor. Habitualmente los pediatras prescriben un antibiótico y se beneficia una mayor cantidad de bebés (alrededor del 20%).
Para la infección de oído no complicada, el antibiótico usado más a menudo es la amoxicilina que trata la causa bacteriana más común de las infecciones del oído, una bacteria denominada Streptococcus pneumoniae. Si continúan los síntomas, el pediatra puede prescribir algún otro tipo de antibiótico que actúe sobre bacterias menos comunes, tales como el Haemophilus influenzae, resistente a la amoxicilina. Esto no quiere decir que el bebé no responde a la amoxicilina, sólo que en esta infección en particular no ha respondido a la misma.
Todavía la amoxicilina es el mejor antibiótico para intentar en primer término ante infecciones del oído. Hay que asegurarse de que el bebé tome el medicamento durante el tiempo aconsejado por el médico, ya que aún cuando los síntomas se han ido, algunas bacterias debilitadas todavía pueden estar presentes. Se puede utilizar acetaminofeno o ibuprofeno para el dolor y la fiebre si es necesario. Además se pueden aplicar compresas tibias o una bolsa de agua caliente en el área alrededor del oído para disminuir el dolor. Las gotas nasales salinas y los humidificadores pueden ayudar a aliviar la congestión nasal.
Uso excesivo de antibióticos
El uso excesivo de antibióticos puede traer problemas. Los antibióticos pueden matar bacterias "sanas" en el aparato digestivo de las misma manera que matan las bacterias responsables de la infección del oído. La ausencia de bacterias sanas puede hacer más fácil que se asienten en el organismo bacterias que causan enfermedades y puedan provocar diarrea.
También, cuando se usan antibióticos a menudo, existe la probabilidad de que se desarrollen bacterias resistentes a sus efectos. Las infecciones causadas por bacterias resistentes pueden ser muy difíciles de tratar.
El médico decidirá cuál es el mejor tratamiento para el bebé. No prescribirá un antibiótico si considera que la infección está causada por un virus, dado que los antibióticos no tienen efectos contra los virus. Puede no prescribir un antibiótico si tiene una otitis media con derrame (que habitualmente no causa dolor) en vez de una otitis aguda. En la otitis media con derrame, el líquido del oído medio puede mantenerse durante semanas incluso luego de un tratamiento adecuado de la infección del oído.
Queridos padres, recuerden que si no comprenden por qué el pediatra no le prescribe un antibiótico para vuestro bebé con otitis, pregúntenselo, pero no le exijan que se lo de en forma innecesaria. Hay que trabajar en conjunto padres y pediatras para impedir el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
¿Cuándo debo llamar al médico?
El bebé debe sentirse mejor a las 48 ó 72 horas después de comenzar a recibir el antibiótico. Si los síntomas como la fiebre, el dolor y la irritabilidad todavía están presentes luego de 3 días de medicación, te aconsejamos llamar al pediatra. El pediatra controlará al bebé varias veces hasta que todos los signos de la inflamación e infección hayan desaparecido. ¡No falten a ninguna de las citas!
Link: http://www.babysitio.com/bebe/salud_bebe_oido.php#ixzz2xCWNy5VV
- Exposición a infecciones virales frecuentes en las guarderías
- Exposición pasiva al cigarrillo
- Uso de chupetes
- Antecedentes familiares de infecciones auditivas frecuentes
- Se ha comprobado que la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones del oído.
¿Cuáles son los síntomas?
Para saber si tu bebé tiene una infección de oído tienes que ver si presenta alguno de estos síntomas:
Irritabilidad y llanto
El síntoma más común de una infección de oído es el dolor de oído. Si bien un niño más grande puede decir que tiene dolor de oído, el bebé puede simplemente estar irritable y llorar más que lo habitual. Generalmente esta afección suele pasar inadvertida. El bebé siente dolor y presión es sus oídos cuando está recostado y lo hace llorar, pero, al ser levantado, esta presión disminuye debido a la posición vertical que calma su llanto. Los padres pueden confundir esto con un "capricho", pensando que el bebé sólo quiere estar en brazos cuando en realidad es la posición la que le hace calmar el dolor. En estos casos es importante que el médico haga un control de sus oídos. La otitis suele aparecer cuando comienzan los primeros baños y le entra agua en sus delicados oídos. Otros signos que puede tener el bebé es agarrar, tirar y darle vuelta a sus orejas constantemente con sus manos, señal que indica que le duele.
Trastornos en la alimentación y en el sueño
La alimentación, el estar acostado y la succión causan cambios de presión dolorosos en el oído medio, de manera tal que el bebé puede comer menos de lo normal o tener un trastorno para dormir.
Trastornos físicos
Otros síntomas son la fiebre, diarrea, pérdida del equilibrio, dificultad en la audición, y la salida de un drenaje amarillo o manchado con sangre del oído. También puede tener mal olor que sale de sus oídos. El dolor de oído o la irritabilidad también pueden estar causados por un dolor de garganta.
¿Cuál es el tratamiento?
Habitualmente la otitis media aguda se trata con antibióticos. Sin antibióticos, la mayoría de las infecciones (alrededor del 70%) mejoran en pocos días. Pero incluso con antibióticos, algunas infecciones (alrededor del 10%) no mejorarán en un corto plazo. Lamentablemente es imposible saber qué bebés andarán mejor. Habitualmente los pediatras prescriben un antibiótico y se beneficia una mayor cantidad de bebés (alrededor del 20%).
Para la infección de oído no complicada, el antibiótico usado más a menudo es la amoxicilina que trata la causa bacteriana más común de las infecciones del oído, una bacteria denominada Streptococcus pneumoniae. Si continúan los síntomas, el pediatra puede prescribir algún otro tipo de antibiótico que actúe sobre bacterias menos comunes, tales como el Haemophilus influenzae, resistente a la amoxicilina. Esto no quiere decir que el bebé no responde a la amoxicilina, sólo que en esta infección en particular no ha respondido a la misma.
Todavía la amoxicilina es el mejor antibiótico para intentar en primer término ante infecciones del oído. Hay que asegurarse de que el bebé tome el medicamento durante el tiempo aconsejado por el médico, ya que aún cuando los síntomas se han ido, algunas bacterias debilitadas todavía pueden estar presentes. Se puede utilizar acetaminofeno o ibuprofeno para el dolor y la fiebre si es necesario. Además se pueden aplicar compresas tibias o una bolsa de agua caliente en el área alrededor del oído para disminuir el dolor. Las gotas nasales salinas y los humidificadores pueden ayudar a aliviar la congestión nasal.
Uso excesivo de antibióticos
El uso excesivo de antibióticos puede traer problemas. Los antibióticos pueden matar bacterias "sanas" en el aparato digestivo de las misma manera que matan las bacterias responsables de la infección del oído. La ausencia de bacterias sanas puede hacer más fácil que se asienten en el organismo bacterias que causan enfermedades y puedan provocar diarrea.
También, cuando se usan antibióticos a menudo, existe la probabilidad de que se desarrollen bacterias resistentes a sus efectos. Las infecciones causadas por bacterias resistentes pueden ser muy difíciles de tratar.
El médico decidirá cuál es el mejor tratamiento para el bebé. No prescribirá un antibiótico si considera que la infección está causada por un virus, dado que los antibióticos no tienen efectos contra los virus. Puede no prescribir un antibiótico si tiene una otitis media con derrame (que habitualmente no causa dolor) en vez de una otitis aguda. En la otitis media con derrame, el líquido del oído medio puede mantenerse durante semanas incluso luego de un tratamiento adecuado de la infección del oído.
Queridos padres, recuerden que si no comprenden por qué el pediatra no le prescribe un antibiótico para vuestro bebé con otitis, pregúntenselo, pero no le exijan que se lo de en forma innecesaria. Hay que trabajar en conjunto padres y pediatras para impedir el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
¿Cuándo debo llamar al médico?
El bebé debe sentirse mejor a las 48 ó 72 horas después de comenzar a recibir el antibiótico. Si los síntomas como la fiebre, el dolor y la irritabilidad todavía están presentes luego de 3 días de medicación, te aconsejamos llamar al pediatra. El pediatra controlará al bebé varias veces hasta que todos los signos de la inflamación e infección hayan desaparecido. ¡No falten a ninguna de las citas!
Link: http://www.babysitio.com/bebe/salud_bebe_oido.php#ixzz2xCWNy5VV
No hay comentarios:
Publicar un comentario