¿Das el pecho a tu bebé y te preocupa saber si el ejercicio
físico es perjudicial para la calidad de la leche? Te damos las respuestas.
¿Estás dando el pecho y te preguntas si hacer deporte
podría perjudicar la lactancia materna?
La actividad física y la lactancia materna son totalmente
compatibles, siempre y cuando el deporte se practique de forma moderada y
suave. El ejercicio escogido mientras se está dando el pecho no debe ser
estresante ni demasiado intenso. Las actividades aeróbicas y suaves, como la
natación, los paseos o la bicicleta son las más idóneas para practicar durante
la lactancia, ya que la calma y la relajación mejoran la lactación.
La producción de leche materna no tiene por qué verse
afectada por tu actividad física. Sólo debes tener en cuenta que, si el
ejercicio que realizas es muy intenso, es posible que tu cuerpo empiece a
generar una mayor cantidad de ácido láctico.
En este caso, el único cambio que notará el bebé es que la
leche tiene un sabor menos agradable. El ácido láctico no es tóxico y no causa
ningún tipo de daño en la salud del pequeño. Si quieres que el bebé no note
este cambio en el sabor de la leche, la solución es bien sencilla: extraer la
leche antes de realizar la actividad física.
Por tanto, el deporte es una buena opción para conseguir
recuperar la línea. Eso sí, deberás esperar a que el ginecólogo te indique que
puedes empezar a practicar alguna actividad deportiva. La rutina de ejercicio
te ayudará a recuperarte más rápidamente del parto, ya que tonifica los
músculos, los abdominales y los pectorales.
Recuerda que, en el posparto, si lo quieres es recuperar tu
línea, es más aconsejable realizar una actividad física moderada, pero nunca
optar por una dieta hipocalórica. Tienes que tener en cuenta que debes mantener
una alimentación equilibrada, ya que necesitas todos los nutrientes y un aporte
de unas 400-500 calorías más al día, para producir una leche lo suficientemente
nutritiva para tu hijo.
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