lunes, 4 de agosto de 2014

10 cosas sobre criar niñas!

1. Pasará por la etapa de sólo querer usar vestidos

Y no habrá poder humano que la haga cambiar de opinión. Además, los escogerá ella y puede que elija el de española o el de princesa con crinolina o el que usó de pajecito en la boda de tu hermana. No te desgastes, déjala, es sólo una etapa que te servirá para hacer un extenso y copioso álbum de fotos.



2. Le comprarás cosas que después no puedas ponerle

Zapatos, sobre todo, pensarás están monísimos, pero después de tres pasos le aprietan, le incomodan o simplemente elige no ponérselos. También lo hará ella por ti: “mami, cómprame esta falda por favor, por favor” y la falda se queda en el clóset. Esta fase es pasajera si le enseñas a elegir el estilo con el que se siente más cómoda porque de esa manera se sentirá y lucirá bonita. Si la ropa le molesta, no podrá evitar hacer caras y molestarse más rápido por cualquier cosa. También habrá veces que se quiera poner una misma prenda durante semanas seguidas aunque ya esté descolorida.




3. Se pondrá tus zapatos, joyas y sombreros mucho antes de lo que crees
Cualquier salida de la casa puede ser suficiente razón para que tome una de tus bolsas —o de las suyas, si ya has comprado un par a su escala para evitar negociaciones— eso sólo te da una dimensión de lo que te espera cuando entre en la adolescencia, todo lo tuyo es atractivo y mejor que sea así, escucha —o más bien lee el argumento que le dio una niña de 16 años a su madre cuando ésta le preguntó por qué sólo quería ponerse su ropa: “Mamá, préstamelo, preocúpate cuando ya no me quiera poner algo tuyo, habrás pasado de moda”.



4. Puede ser que sea mucho más femenina que tú —o no— y estarás bien

Además de que el color rosa invadirá un largo periodo de su infancia. Hay mamás que parecen salidas de la sección de moda de Pinterest y sus hijas sólo quieren vestirse de shorts y Converse negros. Hay que dejarlas con su estilo y sugerirles lo mejor sobre la vía ya elegida, recuerda que es tu hija pero no es igual a ti.



5. Gritará si te ve abrazar a su papá

Es la niñita de papá, y claro, pide a gritos su lugar, es posible también que te pongas un pelín —mucho— celosa si un día papá regresa de viaje y ha traído más regalos para la(s) pequeñas(s) que para ti. No lo culpes, quizá los compró de último momento y pensó que el drama iba a ser peor si no traía nada para las niñas; pobre, tal vez el reclamo sea proporcional a la edad de la mamá.



6. Invita a una amiguita suya y tendrás horas libres para ti

Las niñas se entretienen con pinturas, colores, ropa y charla, no dejan de parlotear y de narrar su mundo ya sea con palabras o con emociones. La hija de una amiga, por ejemplo, cuando lloraba, corría al espejo de su cuarto a verse llorar, como si practicara para actriz o quisiera reconocerse en esa faceta; cinco minutos después, tan feliz de la vida. Las niñas tienen un mundo interior más amplio.



7. Será naturalmente coqueta o hará poses sexys (y no sabrás de dónde lo sacó)

Me refiero a que no encontrarás un referente de dónde lo haya visto para imitarlo con tal maestría. La mayoría lo traemos integrado y sólo habrá que matizar con inteligencia la forma y la frecuencia con las que las usa porque se dará cuenta muy rápido que llama mucho la atención.



8. Tú y ella, se saben de igual a igual

Siempre me ha parecido que el trato que las madres tienen hacia sus hijas es diferente, menos complaciente podría decir, y es quizá porque se saben de igual a igual, es decir, lo dramáticas, volubles, astutas y antojadizas que podemos llegar a ser, así que digamos que las descubren antes de tiempo. Y en este punto —en todos en realidad— son bienvenidos las réplicas y comentarios al respecto.



9. El drama puede llegar en las mañanas, en la noche o a cualquier hora
Tal vez son las hormonas, pero no te sorprendas si después de un regaño, castigo o algo que quería no se logró, la escuches decir: “hoy es el peor día de mi vida”, y se tire a la cama a llorar en pose de película adolescente; déjala un rato, en el llorar liberan y después están listas para hablar de lo que les molesta.



10. Regañará a sus muñecas y sonará exactamente igual a ti

Incluso las señalará con el dedito o pelará los ojos… el gesto que hagas lo replicará. Por eso dicen que son nuestro espejo —y aquí aplica para niños y niñas, pero, claro, al ser de tu género quizá lo identifiques más pronto.

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