Como me dijo una amiga, con esta panza lo más probable es que me ofrezcan un Activia, en vez de un asiento.
Ya sé que todavía es muy pronto para que se note, pero mi ansiedad se debe a que siento que la panza me va a hacer entender un poco más (o al menos eso creo) lo que está pasando, que algo está cambiando. Porque, pasadas las molestias del primer trimestre, a esta altura es como si no estuviera embarazada, como si mi vida siguiera igual. Si no fuera por aquel positivo y por las ecografías, no podría asegurar que una personita está creciendo dentro mío.
Imagínense mi ansiedad que ya a los 2 meses de embarazo me miraba al espejo y creía ver una pancita que estaba asomando, pero la verdad es que nadie la notaba, ni la nota.
Lo peor es que cuando le pregunto a mi médico, me responde: “Ya va a aparecer, ya va a aparecer…” Pero, ¿cuándo? , ¿cuándo?!, repregunto. “Y… es que depende de cada mujer, de su cuerpo, de su contextura. Quedate tranquila, que el embarazo va perfecto”, me dice, con esa paciencia que le dieron años y años de preguntas del estilo.
Y bueno, será cuestión de esperar. Pero, ¿hasta cuándo?!!
¿En qué momento notaron esa pancita de embarazada? ¿Tardó mucho en aparecer?
...Y, de repente, ¡explotó! A partir de los 5 meses y medio ya no hubo dudas de que era una panza de embarazo:
fuente: http://www.planetamama.com.ar/blog/plapla/post/panza-que-no-es-panza
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