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viernes, 3 de octubre de 2014

¡Los hijos y el amor!

El amor a nuestros pequeños es lo único que dura para siempre, es atento y está disponible a todo momento, sin condiciones.


El amor a nuestros hijos, se da a menudo, no es necesario tener grandes manifestaciones evidentes de cariño. Sin embargo, muchas veces, este amor se ve empañado por la rutina, lo cotidiano y la vergüenza de expresar los sentimientos. No obstante, los pequeños necesitan que se les manifieste el amor mostrando, atención preocupación y apoyo, puede ser a través de palabras o gestos

A pesar que ambos padres deben mostrar su amor, el rol que tiene la madre es necesario para cumplir con la salud física y mental de los niños. A su cargo está la protección, el cuidado de los hijos y la función de darles calor y abrigo.

Si la madre trabaja deberá delegar las tareas a una persona responsable, el papá deberá tener autoridad y ser sostenedor. Esto no significa que deberá mandar, debe hacerse cargo de la disciplina y asegurar que se cumplan las reglas.

Hay mamás que se sienten culpables cuando salen a trabajar, sienten que abandonan a sus hijos. Cuando esta la decisión de salir al mundo laboral, se acepta un rol de madre responsable que seguirá creciendo por su bien y el de su familia.

Cuando se demuestra amor a los hijos no hay que llegar al punto de la sobreprotección, ya que podrían ser débiles y no estar preparados para otras cosas. Debes brindarle lo que necesitan, porque es malo acostumbrarlos a los excesos.

El amor no debe impedir las verdaderas capacidades que muestra tu hijo, es una forma de ayudarlos para que respeten sus limitaciones y desarrollen sus habilidades específicas. Recuerda que los niños no tienen por qué ser iguales a los demás, ser distintos los hace únicos. Es fundamental que desarrollen su autoestima, desde lo que piensan sus padres yque mejor manera que brindándole el amor que necesitan.

jueves, 10 de julio de 2014

La conexión entre el padre y el bebé

Los sentimientos que experimentan los hombres son muchos, y eso causa una confusión en ellos, ya que es un sentimiento único.



Es normal que los papás se cuestionen en un momento qué significa ser padre y qué es lo que sienten ellos si ya lo son, o qué van a sentir en el momento que lo sean. Por lo general los hombres, le consultan a otros respecto a estás dudas y qué sienten al ser padres. Evidentemente todos los padres contestan que es un sentimiento único e incomparable, pues bien, si se escucha esto de la boca de un amigo, se debe saber que esta mintiendo.

Es normal que los hombres no sientan un apego emocional con sus hijos al verlos nacer, ya que, es el cuerpo de la mujer, el que está diseñado para crear este lazo extremadamente fuerte. Existen muchas frases clichés que hablan sobre este gran amor, entre padre e hijo, pero lo cierto es que los hombres, solo ven a un ser muy arrugado que solo se encarga de llorar.

La mayoría de los hombres, no experimenta este sentimiento hasta que los hijos crecen y crean un lazo afectivo basado en las experiencias vividas. Los sentimientos que experimentan los hombres son muchos, y eso causa una confusión en ellos, ya que es un sentimiento único.

Cuando llega un bebé a casa, el hombre, se siente obligado a responder tanto económica como sentimentalmente, ante su irreversible paternidad.

El hombre, al ver visto o al saber, que su mujer experimentó dolor en el trabajo de parto, siente que debe cuidar tanto a ella , como al bebé.

La paternidad, pone en jaque al hombre, ya que, el tiempo que a su pareja le dedicaba, es abruptamente disminuido, por los cuidados que un bebé demanda. Lo que hace pensar al hombre, que su mujer ya no lo ama como antes, ya que, ahora la prioridad es el bebé.

Una de las áreas que el hombre ve debilitada, es la parte sexual, ya que ahora hay horarios para todo, y es el bebé prácticamente quien determina, cuando la pareja pueda intimar con tranquilidad.

Una de las cosas que más irrita al hombre, es que su horario de sueño también cae en la inestabilidad, ya que, los llantos del bebé están a la orden del día y de la noche también.

Consejos para lograr conectarse con el bebé

Es inevitable que el papá vea como crece el lazo afectivo entre mamá y bebé. Es fundamental, que la mamá se conecte con el bebé las primeras semanas después del nacimiento.

Todo esto se debe a un proceso natural, porque la mujer libera endorfinas después del parto, lo que permite que la mujer desee estar cerca del bebé y junto con ello amamantarlo.

El papá debe tener en claro, que este lazo es mucho más fuerte entre la mujer y el bebé, por lo tanto, no tiene que sentirse aislado o mal por ello.

Se aconseja por esto, a los papás poder establecer un tiempo diario de calidad para pasarlo junto a su bebé. Lo que permitirá fortalecer ese lazo al principio tan distante, ya que, se compartirá eventos únicos y especiales, los bebés nunca dejan de sorprender.

Después de establecer estos tiempos compartidos, el papá notará la diferencia y verá como se fortalecen sus sentimientos. No obstante, no porque el lazo de los padres se afiance más tarde, se debe dejar de presenciar todo el proceso del embarazo y parto, ya que, estudios demuestran, que los papás que acompañan a la madre durante el embarazo, tienen más posibilidades de conectar con el bebé un lazo semejante al de la mamá.

Por esta razón, se recomienda a los padres, ser participes de la rutina de su bebé, y ayuden a cambiar pañales, jugar con ellos, hacerlos dormir o bañarlos, cada una de estas actividades es una inversión en la relación que el papá tendrá con su bebé, sobre todo los primeros meses.

Los papás también experimentan cambios en la paternidad

Estudios científicos demuestran que los hombres experimentan cambios a nivel biológico que los prepararía para asumir la paternidad.

Dichos cambios son a nivel hormonal, en otras palabras, la testosterona del hombre disminuye en un tercio y las hormonas como la prolactina y cortisol, que están relacionadas con el embarazo, se elevan un poco antes del nacimiento del bebé. De igual manera, los niveles de prolactina en los hombres se elevan cuando el papá comparte con su bebé.

Por ello, algunos hombres experimentan algo conocido como el embarazo psicológico, con algunos de los síntomas del proceso.

A medida que pasa el tiempo el hombre ya pierde el miedo que tenía al principio y solo lo inunda amor por su pequeño.


Fuente: http://www.facemama.com/

viernes, 4 de abril de 2014

Seguridad en el auto -todo lo que hay que saber-



La seguridad de nuestros hijos es muy importante para los papás. Desde antes de su nacimiento estamos pensando en cómo cuidarlos y protegerlos y acondicionamos su dormitorio para que pueda dormir y jugar, o cambiamos algunas cosas de la casa para que no haya objetos peligrosos a su alcance cuando comienza a caminar.

Sin embargo, a la hora de trasladar a nuestros hijos, ya sea en un auto propio o en una camioneta escolar, no somos tan conscientes de que allí también existe un verdadero riesgo de vida.

A partir de enero de 2013 está vigente la Ley de Normas Varias sobre Seguridad Vial, que establece como obligatorio el uso de Sistemas de Retención Infantil (SRI).

En nuestro país, la Fundación Gonzalo Rodríguez (FGR) ha desarrollado un Plan de Seguridad Vial por los Niños, llamado “EDU – CAR”, que tiene como objetivo educar a los papás y a la sociedad en su conjunto, sobre la seguridad de los niños en las distintas formas de movilidad, ya sea como peatones o pasajeros de vehículos.

BigMami se acercó a la Fundación, para saber un poco más sobre este programa y aprender las claves para que nuestros niños se movilicen de forma segura. Nos recibió Rosa Gallego (Directora Ejecutiva de la Fundación) quién nos contó sobre los objetivos del programa, los detalles de los Sistemas de Retención Infantil y también algunas consideraciones sobre la ley.

Les dejamos el tape de la entrevista, y también algunos puntos clave de seguridad para tener en cuenta:

- Los niños NO deben usar cinturón de 2 puntas (abdominal) en ningún caso. Siempre deben utilizar cinturón de 3 puntas.

- Verificar que el SRI esté bien ajustado con la mano no hábil. Si el SRI se desplaza más de 2,5 cm en alguna de las direcciones, entonces no está bien ajustado. Una vez instalado el SRI, es importante verificarlo cada 15 días.

- Verificar que el arnés esté bien ajustado: el niño debe estar bien sentado apoyando la columna en su totalidad contra el respaldo del SRI. Usted debe poder pasar en forma ajustada el dedo índice entre el pecho del niño/a y la correa del arnés.

- El niño/a debe estar en la silla sin campera o ropa de abrigo.

- Siempre elegir un SRI que tenga la recomendación de la Sociedad Uruguaya de Pediatría y la FGR.

- Nunca dejar solos a los niños en el auto.

- No colocar el SRI de frente al airbag.

- Tener siempre activado el “bloqueo de puertas para niños”.

- No tomar mate ni líquidos calientes dentro del auto.

- Si escuchamos música, ésta debe estar en un volumen que permita el diálogo entre todos los pasajeros.

- No usar el celular con el auto en movimiento.



¿Cómo fomentar el hábito y el buen comportamiento de un niño en el vehículo?

- No poner nunca en marcha el vehículo hasta tanto el niño no se encuentre ajustado a su silla.

- Estar siempre atento a que el niño no se salga de su silla; si esto ocurre, es mejor frenar y ajustar al niño nuevamente y luego reiniciar la marcha.

- Cuando el niño tenga la edad para sujetarse él solo, está bueno promover que sea el encargado de la seguridad de la familia dentro del auto. ¡A los niños les encanta tener una misión!

- Para entretener al niño durante el viaje, elegir juguetes blandos y libros de tela.

- Importante no dejar suelto nada que sea pesado, rígido o con orillas cortantes que pudieran lastimar a alguien en caso de un choque.


Fuente: http://bigmamiblog.com/2014/04/04/seguridad-en-el-auto-todo-lo-que-hay-que-saber/

viernes, 21 de marzo de 2014

Nacimiento de un hermano y celos



Los celos tras el nacimiento de un hermano son una de las preocupaciones que todos los padres tienen cuando esperan su segundo hijo.

Ante esta situación surgen muchas preguntas, centradas casi siempre en cómo afectará al mayor:
¿Cómo se lo tomará el hermano mayor?
¿Qué podemos hacer para que sea algo lo más positivo posible para él?
¿Le traerá el mayor todos los bichitos habidos y por haber del colegio?

¿Cómo se lo tomará el hermano mayor?

Las estadísticas dicen que la mayoría de los hermanos mayores tienen unos 2-3 años cuando nace el segundo hijo.

Ya de por sí esa edad es complicada: Los terribles dos años. Son muchos cambios: Dejar el pañal, escolarización, en muchos casos destete. Es la edad del "no", las rabietas, el pegar...

Para algunos un nuevo hermanito puede ser la gota que colma el vaso.

Pero en la práctica, depende de cada familia y de la personalidad de cada niño. Nada garantiza que otra edad sea más adecuada para planificar la llegada de un hermano.

¿Qué podemos hacer para que sea algo lo más positivo posible para él?

Especialmente en los niños que tienen un vínculo mucho más fuerte con su madre que con su padre, desde que conocemos que va a venir un hermanito, conviene que el padre empiece a ganar protagonismo. Pensad que el día tiene las horas que tiene, y por fuerza la madre va a tener que dedicar más tiempo al recién nacido. Con los niños de esta edad la mejor forma de que el padre llene ese hueco es darle más juego al niño. Y lo recomendable es que esto empiece mucho antes de la llegada del hermano.

Hablad con los familiares, especialmente con los que mejor se llevan con el hermano mayor, para que cuando vayan a casa tras el nacimiento del nuevo bebé, se centren especialmente en prestar atención al mayor.

Implicad al mayor en el cuidado del pequeño, de forma que cuando tenemos que atenderlo el mayor colabore sintiéndose protagonista de la situación.

Si tiene una edad en la que ya muestra sus preferencias (escoge ropa que ponerse, actividades de ocio...) concedédselas en la medida de lo que sea razonable. Y explicarle que lo hacemos porque él ya es mayor. Que vea las ventajas de su condición.

Es frecuente que niños que ya controlaban el pipí o la caca dejen de hacerlo con la llegada de un hermanito, o que duerman y coman peor...

Si ocurre, intentad actuar de forma calmada y no le deis mucha importancia al tema. Debéis entender que el niño mantendrá esas conductas en la medida que se le premie por hacerlas. Y en esta situación regañar a un niño es prestarle atención, es decir premiarlo.

Está claro que cuando algo de lo anterior ocurre es que el niño se siente desatendido (lo que no siempre está justificado, pero él lo siente así). Lo que debéis hacer es tomar nota: No prestar importancia a esas conductas, pero dedicadle más atención fuera de esos momentos. De forma que se sienta más atendido, pero no piense que lo es por hacer la conducta "mala".

¿Le traerá el mayor todos los bichitos habidos y por haber del colegio?

Sí. La mayoría de los hijos únicos no empiezan a ponerse malitos con frecuencia hasta que se escolarizan. El primer año de escolarización suele ser de pillar una tras otra.

¿Y los segundos? Pues como esa primera racha mala del hermano mayor suele coincidir con el nacimiento del segundo, no es raro que empiecen a enfermar antes. Le traen el trabajo a casa.

Ante eso, muchos padres se agobian e intentan mantener al mayor alejado del pequeño. Os aclaro una cuantas cuestiones:
Los virus tienen más capacidad de contagio que nosotros de alejar al hermano mayor. Si tiene que pillarlo, lo va a pillar, aunque no le tosa en la cara.
Los primeros cuatro meses de vida la mayoría de los niños pequeños no enferman, y no lo hacen porque tienen los anticuerpos que su madre les ha pasado durante el embarazo. Si es un germen contra el que la madre no tiene defensas, seguramente la madre lo va a pillar ella también del hermano mayor y será la madre la que acabe contagiándolo al pequeño. Con lo que separar al mayor del pequeño en enfermedades contra las que la madre tiene defensas es innecesario, y en las que la madre no está inmunizada es inútil.
Que empiece a enfermar antes también significa que cuando empiece la escolarización el niño pequeño estará ya más inmunizado y tendrá menos infecciones.
Alejar al hermano mayor del pequeño, por evitar infecciones o porque no nos fiemos de sus reacciones es la mejor forma de que el mayor vea al pequeño de forma negativa y no lo asimile como algo natural en su vida.


Fuente: http://www.mipediatraonline.com/

martes, 25 de febrero de 2014

Carta de una mamá que NO trabaja a una mamá que trabaja.


Querida Mamá Que Trabaja:

Sé que muchas veces eres juzgada por otros por dejar a tus hijos al cuidado de otros para poder ir a trabajar. Mucha gente insinúa que no amas a tus hijos tanto como una mamá que se queda en casa y que lo mejor es que las mamás se queden en casa con sus hijos.

¿Como pueden decir esto de ti? Sé que amas a tus hijos tanto como cualquier otra mamá. Sé que regresar a trabajar no fue una decisión fácil. Tuviste que medir los pros y los contras desde mucho antes de que naciera tu bebé. Siempre va a ser una de las decisiones mas importantes de tu vida. Pensaste esto aún desde que estabas en la prepa y estabas escogiendo tus materias.

Te veo en todas partes. Tu eres la doctora con quien llevo a mis hijos cuando están enfermos. Eres la alergóloga de mi hija, la que le diagnosticó alergia a los cacahuates. Tu eres la terapeuta que esta tratando el dolor de espalda de mi esposo. Eres la contadora que nos ayuda con los impuestos. La maestra de primaria de mi hijo. La directora de la guardería. La maestra de gimnasia de mi hija. La agente de bienes raíces que nos ayudó a vender la casa. ¿Qué clase de mundo sería este si tu no estuvieras ahí para nosotros? ¿Si hubiera sucumbido a las presiones de los que insistían que el lugar de una mamá es en casa con sus hijos?

Yo sé que mides cada trabajo para ver si queda bien con tu familia. Sé que te despiertas una hora antes que todos los demás solo para poder hacer algo de ejercicio o tener un tiempo para ti. Sé que llegas a juntas importantes después de haber estado despierta toda la noche con tu pequeño. Sé que cuando llegas a casa en las tardes, tu “segundo trabajo” empieza. La gente no entiende que estas a cargo de tu casa y ademas tienes un trabajo. Regresas y casa y haces de cenar, bañas a tus hijos, les lees un libro, los acuestas, y les das beso de buenas noches. Tu pagas las cuentas, haces el súper, lavas la ropa, los traste y todas esas cosas como todas las mamás.

Sé que muy seguido te sientes culpable por tener más tiempo separada de tus hijos y siempre sacrificas tus tiempos de descanso. Sé que no puedes tener un “día libre” cuando tus hijos están en la guardería. Yo sé que aceptas el hecho de que tu trabajos s tu tiempo libre por ahora. Sé que cuando estas en el trabajo no desperdicias ni un minuto. Sé que te comes tu lunch en tu escritorio, no sales por café y que muestras absoluta dedicación y concentración en tu trabajo. Después de todo tu escogiste estar ahí, tu quieres estar ahí.

Sé lo buena que eres para discernir a aquellos que están cuidando a tus hijos y que muchas guarderías ofrecen un excelente cuidado para los niños. Yo sé que solo dejas a tus hijos en un lugar donde estas segura que van a ser bien cuidados y queridos. Sé que pasas muchos días en casa cuidando a tus hijos cuando están enfermos y sacrificas tu paga por eso. Y además sé que en secreto disfrutas mucho estos días y te revelas para poder estar con ellos.

Sé que muchas veces te sientes culpable por no poder estar ahí todo el tiempo. Pero, mamá que trabaja, tengo la certeza de que estas poniendo un excelente ejemplo para tus hijos. Les estas enseñando que una mujer puede tener una carrera y contribuir de alguna manera al mundo fuera de casa y a la vez ser una increíble y amorosa mamá. Le estas enseñando a tus hijas que ellas puedan hacer lo que ellas quieren hacer con sus vidas. Les estas mostrando fuerza, dedicación, tenacidad, durabilidad y ademas lo estas haciendo con mucha alegría y amor.

Solo quería que supieras que entiendo. Porque las dos somos mamás.

Con mucho amor y admiración,

Mamá Que No Trabaja

jueves, 20 de febrero de 2014

La vuelta al cole puede ser muy difícil para toda la familia si no se incorporan ciertas rutinas días antes. Te contamos cómo hacerle más fácil este momento a los chicos:


Así como a los grandes les cuesta volver al trabajo después de las vacaciones, para los chicos volver al colegio también significa un cambio movilizante. Tratar de incorporar ciertos hábitos y rutinas para que nuestro hijo no empiece de pronto, con todo junto, es una buena manera de ayudarlo a retomar este comienzo de clases lo mejor posible: 

1- Planificar una visita al pediatra antes de que empiece el cole: nunca está de más una visita al pediatra semanas antes de que empiece el colegio. El ingreso a primer grado, por ejemplo, coincide con la edad de aplicación de algunas vacunas y además hay controles de salud anuales que los colegios solicitan y que es bueno conversar con el pediatra para hacerlos antes de empezar las clases.

2- Rutinas al día: una semana o diez días antes es muy útil volver a las rutinas de la época escolar. Si fueron permisivos con los horarios de sueño y las comidas en vacaciones, es momento de reacomodarlos para que al niño no le cueste tanto acostarse y levantarse temprano los primeros días. Esto le permitirá ordenarse mejor y hacer de esta transición algo más llevadero.

3- Desayunar juntos todas la mañanas: si habían dejado de hacerlo, comenzar días antes a desayunar juntos para empezar el día como lo harían en época de clases, creando un momento en el que puedan charlar de lo que espera del colegio, sus miedos y ansiedades, etc.

4- Armar un calendario: pueden crearlo juntos o comprarlo en la librería, y allí anotar las actividades previstas para esos días que quedan e ir tachándolos a medida que avanzan. A los chicos les ayuda mucho para organizarse mentalmente ver el paso de los días y saber cuánto tiempo falta para cada cosa.


5- Crear un libro de las vacaciones: dentro de estas actividades previstas antes de que empiece el colegio, armar un libro con las fotos o los momentos de las vacaciones es una buena idea. Se puede crear un collage o, si sabe escribir, un libro donde cuente lo que más le gustó de sus vacaciones y otros relatos.

6- Invitar a un amiguito del cole: que un compañerito del colegio vaya a casa a jugar una tarde antes de que empiece la escuela le hará más fácil el regreso al niño.

7- Ir a visitar el colegio juntos: si se trata de un colegio nuevo, visitarlo juntos para que el niño lo conozca y pueda armar una idea acerca de cómo serán sus días en la escuela.

8- Comprar juntos las cosas básicas para el colegio: ir juntos a comprar esas últimas cositas que quedaron pendientes y, si se puede, dejar que elija las que más le gustan.

9- Planear un “menú especial” para la primera semana: organizar las viandaso las comidas en casa de esa primera semana de clases invitándolo a que elija sus platos preferidos.

10- Apaciguar los nervios del primer día: recordarle que todos están un poco nerviosos el primer día de clase y que en muy poco tiempo tanto él como sus compañeritos se irán acostumbrando a la nueva rutina. Para apaciguar los nervios es importante hacer foco en las cosas positivas de este nuevo comienzo, como ver a viejos amigos, conocer a nuevos compañeritos, llevar cosas nuevas para estrenar, etc.


Y no olviden la cámara! Cada primer día de clases es un lindo momento para retratar y para que ellos vean de grandes.

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Porqué los hijos son tan especiales para los padres?



El profundo sentimiento que conecta a los padres con los hijos es universal y no posee fronteras.

Como ya es sabido por muchos a los padres, no es necesario argumentarles lo especial que resulta un hijo. El profundo sentimiento que conecta a los padres con los hijos es universal y no posee fronteras. Por ellos y su bienestar, los padres son capaces de cualquier cosa, debido al profundo lazo afectivo que sea crea, que sin duda alguna, uno de los más fuertes que puede existir.

Los hijos son únicos e irrepetibles
Para los papás y mamás, cada hijo es único e irrepetible, y de la misma manera el cariño que se llega a sentir por cada uno, es distinto, según la relación que se va consolidando entre ellos.

A pesar que se pueden tener muchos hijos a lo largo de la vida, nunca se repite el mismo amor por ellos, porque no a todos se les da el mismo tipo de afecto.

Ocurre que siempre en nuestras relaciones con los demás, influyen mucho las experiencias pasadas que hemos tenido, nuestros juicios de valores, prejuicios entre otros. A pesar de lo anterior, con los hijos no es así.

En cierto programa de televisión, se presentaron varios matrimonios que viajaron hasta China para adoptar niñas, cuando una de las madres al ver a su hija, no le quedo duda alguna que esa era su hija y no otra.

Lo que aquella madre sintió, fue la cercanía afectiva de un ser especial que será dependiente de ella, lo que lo convierte en un ser único e irrepetible.

Los hijos son especiales, porque se les acoge todo su ser con en el corazón y son los padres los que siempre ven toda la hermosura que ellos poseen.

Mamás y papás continuamente se "enamoran" de sus hijos.
Es cierto, tanto mamás como papás, al contemplar lo maravillosos que son sus hijos los lleva a un estado de "enamoramiento" que se da en distintas etapas, que pueden ir desde :
El primer abrazo que se le da al bebé después de ser dado a luz, sin duda, uno de los acontecimientos que marca y define en gran medida el lazo afectivo.
Al obsérvalos dormir plácidamente, tan inofensivos frente al mundo.
Cuando dicen su rimera palabra, más aún, cuando esta es un "mamá" o un "papá".
Al momento de sus primeros pasos.
Cuando nos abrazan y entregan su amor.
Cuando se contemplan sus juegos y creaciones.
Cuando nos sorprenden con preguntas llenas de ingenuidad e inocencia.
Cuando se presencian sus logros y su crecimiento.

Un amor sin fronteras
El amor que nace de los padres por sus hijos, es infinito y no conoce fronteras, en algunos casos hay padres que afirman amar a sus hijos mucho antes de que nazcan e incluso mucho antes de ser concebidos, esto es, por lo significativo que llega a ser un hijo en la vida.

Este inmenso amor, de los padres a sus hijos, se ve proyectado, en los cuidados, atenciones y desvelos que se hacen para su completo bienestar.

No obstante, a pesar de este amor, los padres cuando ven en sus hijos que actúan mal, o no van por un buen camino, son corregidos, porque su amor, también significa ver que ellos son mejores cada día.

Los padres son quienes, estarán siempre al lado de sus hijos, apoyándolos, sobre todo en los momentos más adversos, son ellos, los que permanecen ahí, sin importar qué tan grave sea un problema.

Por ello, la felicidad de los padres, depende de la felicidad de sus hijos, ningún padre desea ver sufrir a sus hijos, muy por el contrario, son capaces de sacrificar la suya, por ellos.


Fuente: http://www.facemama.com/

viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Por qué tengo que compartir?


Después de re-comer todas las sobras de Navidad por varios días, tener en la boca el sabor a pavo perpetuo y seguir cansada porque todavía queda preparar el fin de año hay algo que las madres primerizas aprendemos en las reuniones familiares y ¡más en Navidad!: compartir es un verbo cuasi imposible en los niños pequeños.


¿Por qué tengo que compartir mis juguetes mamá? Esa es la GRAN pregunta de Critter que bien a bien no se cómo responder pero que como se imaginarán desencadena peleas con los primos que le rodean. Por supuesto que le hago énfasis en que tiene que ser una niña buena, que “el que parte y comparte se queda con la mejor parte” y todo aquello que llamamos “educar” a nuestras pequeñas fieras. Sin embargo, realmente bien a bien no sé qué responderle.

¿Acaso los adultos compartimos del todo? Muchas veces- y no lo nieguen- somos capaces de comernos el último trozo del chocolate de un bocado cuando hemos detectado que nuestra pareja nos va a pedir un trozo…Cuando tenemos la respuesta a la pregunta del examen ¿la compartimos con nuestros compañeros? ¿Alguno de ustedes prestaría su Ferrari nuevo? ¡Simplemente por el hecho de ser bueno y ser compartido! ¿Verdad que no? ¿Entonces por qué la educación se basa en hechos contrarios a los que realmente hacemos los adultos?

Ríanse pero Critter lleva tres días teniendo pesadillas levantándose por las noches gritando y llorando que ella es una niña buena pero que no quiere compartir que los juguetes porque son SUYOS.

Oiga soy madre desmadrosa pero de ahí a ocasionarle traumas de infancia pues como que no es plan pero claro durante estos días se ha llevado más regaños que en todos sus dos años de vida por no querer compartir los juguetes con sus primos y por estar en peleas constantes con cada niño que pretende usar sus muñecas.

¿Y ustedes son compartidas? ¿Cómo hacen para enseñarles el verbo compartir a sus hijos?


Fuente: http://espanol.babycenter.com/blog/mamas/por-que-tengo-que-compartir/

sábado, 21 de diciembre de 2013

¿Qué superpoderes quiere una mamá?

Mis hijos me preguntan muy interesados “¿Tú cuál sos mami? ¿Gatúbela o la Mujer Maravilla? ¿O preferís Batichica? Elegí una, mami.. nosotros somos Batman y Flash”. Y entonces yo me quedo pensando cuál elegiría y me doy cuenta que los poderes que andaría necesitando últimamente no los tiene ninguna heroína o villana de la vuelta. Habría que crearla de cero, “a la carta” digamos. Yo por ejemplo quiero: 

  • El poder opuesto a rayos X, es decir la capacidad de no ver de ningún modo algunas cosas que saltan a la vista, por ejemplo:  que no pueden seguir usando esos pantalones 2 talles más chicos que le quedan por el tobillo, que es hora de cambiar esos cepillos de dientes que ya dan asco, que a la pared del living le apareció otro Picasso, que mi hijo mayor se está rascando la cabeza a dos manos otra veeeeeez… ¿Se dan cuenta? Si no veo, no tengo que ocuparme, por lo menos por un rato. Maravilloso.  Ah, y le sumaría la incapacidad de oír ciertas cosas también, de ese modo no estaría escuchando en este momento a mi hijo de 2 años gritando  su nueva palabra favorita, “pelotudo”, por toda la casa.


  • El rayo congelador. Ese sí, lo quiero, el clásico nomás está bien. Me imagino perfecto la situación: cuando las papas queman los paralizo tipo estatua, termino de ver la película que estaba viendo y descongelo. Nadie se dio cuenta, nadie sale dañado, y todos contentos. Eso sí, usar con moderación, es adicitivo.


  • El poder de Multipartición o autoclonación momentánea. Parece difícil pero es facilísimo: yo en la reunión de padres, al mismo tiempo yo en la depiladora, al mismo tiempo comprando un regalo de cumpleaños, al mismo tiempo en la presentación con los clientes, al mismo tiempo haciendo la cadena, al mismo tiempo en el cine con mi marido, al mismo tiempo escribiendo este blog. Es cansador, no lo niego, pero te imaginás nunca más tener que hacer malabares ni corridas ni rastrear frenéticamente a parientes que estén dispuestos a darnos una mano? Este poder lo canto seguro.


  • Invisibilidad. Si, ese también lo quiero. Acá en vez de no ver, simplemente desaparecés. Para esos momentos donde querés que te trague la tierra y nunca te traga: tu hijo arrastrándose por las góndolas del super en plena rabieta, tu hijo contándole a la maestra adelante tuyo que ayer no se bañó porque “mi mamá estaba cansada”, tu hijo avisándole a todo el mundo que no aguantó y se hizo pichí en la piscina.


  • Telepatía. Esa es buena, sobre todo intraparental. Ideal para momentos donde uno de los dos pierde el norte y hay que advertirle algo sin que los pequeños se percaten: “atención…acá.. mi amor.. soy yo.. por telepatía.. concéntrate…quería comentarte que me parece que este guacho está de vivo… te dijo que guardó los chiches pero tiró todo abajo del sillón. Te aviso por si no te diste cuenta que te está tomando el pelo…cambio… y fuera”. Comunicación efectiva, sin distracciones y encima podés pelearte tranquila sin pensar en quién te pueda estar escuchando. Muy útil, che.
En fin, yo ya con estos 5 podercitos me conformo. Prometo aplicarlos con sabiduría y sin abusar,  y sobre todo no olvidar nunca lo que dijo el amigo Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Fuente: http://mpineyrua.wordpress.com/

martes, 17 de diciembre de 2013

Navidad con hijos. El antes y el despues.

No digo que va a ser así para siempre. Supongo que esto durará algunos añitos nomás, mientras nuestros hijos sean chicos. Lo que quiero decir es que las navidades con hijos son distintas: más caóticas pero más mágicas, más ruidosas pero más divertidas, más intensas pero más emocionantes.



Antes armabas el arbolito cómo y dónde se te daba la gana.
Ahora tomás en cuenta factores de vida o muerte tales como: que esté lo suficientemente fuera de alcance como para que a nadie se le ocurra jugar al tiro de penales con los chirimbolos, que tenga pocas luces o preferentemente ninguna así no vivís con pánico a que se electrocuten, y que la estrella de la punta esté bien alta así no la usan para disfrazarse o como arma asesina ninja.


Antes pasabas los días previos planificando tu vestuario para Nochebuena.
Ahora todos tus esfuerzos están dedicados a tratar de que tus hijos se mantengan inmaculados una vez que quedan vestidos y bañados, para que por lo menos duren presentables hasta llegar a destino. Por supuesto vos salís con el pelo mojado y tratando de no ver esas arrugas en tu vestido que ni se notannnnnnn.


Antes para comer llevabas “tu especialidad”, esa que lleva 4 horas de cocción revolviendo cada 1 minuto en forma de ochos.
Ahora encargás algo o si estás muy complicada caés con alguna botellita comprada en la estación de nafta que queda de camino.


Antes no te gustaban los cuetes.
Ahora los odiás.


Antes amanecias con dolor en los pies por usar tacos altos.
Ahora amanecés con dolor de espalda por cargar niños dormidos hasta la cama.


Antes te divertías dándole pistas a tu novio, marido o similar sobre su regalo de Navidad.
Ahora se divierten juntos jugando a ser Papá noel, recibiendo las cartas, escondiendo los paquetes y fingiendo admiración ante la puntería del crá de Papá Noel que nos trajo “justito” lo que queríamos.


Antes cuando brindabas pedías un deseo para vos.
Ahora, todos son para ellos.


Fuente: http://mpineyrua.wordpress.com/

jueves, 31 de octubre de 2013

Todo bajo control...(bigmamiblog.com)



Van dos días desde que te fuiste, y ya tengo muchas cosas que contarte. Lo primero, es que sepas que me alegra mucho que te hayas tomado este viaje con amigos, 6 días, exclusivamente para jugar al fútbol. Sin duda, es algo que te hará bien física y espiritualmente. Desayuno con amigos, partidito, cervecita al sol para recuperar las piernas, una milanesa napolitana de almuerzo (de las fritas que siempre me pedís que te haga) y una siesta reparadora de 2 o 3 horas, para luego salir a conocer la noche argentina. No creo que varíen mucho tus jornadas, pero no te preocupes gordi, seguro que se van a divertir. Por mí ni te preocupes. Yo estoy contenta por vos, y durante el día, sólo me acuerdo de vos para cruzar los dedos y rezar para que lleguen a la final.

¿Cómo está todo por acá? Yo estoy bárbara, ¿Qué querés que te diga? Los chicos me levantaron hoy 6.30 de la mañana. ¡Qué bendición poder madrugar y ver salir el sol! La levantada fue espectacular mi vida. Joaco tiró el Vascolet en la cama y se manchó todo el uniforme, así qué yo, de muy buen humor lo tuve que cambiar todo de vuelta. Mientras hacía esto, el bebe, angelito, sacó todos mis zapatos de los cajones, después pasó por el baño y saco todo el papel higiénico y lo puso en el cajón de zapatos. ¡Es tan creativo!

Salir de casa nos llevó re poco tiempo. Apenas 1 hora y media. Estuve 15 minutos buscando la campera de Joaco, hasta que se acordó que ayer se la había olvidado en el colegio (qué memoria que tiene, eso lo sacó de vos mi amor), ¿y adiviná qué? Justo cuando estaba prendiendo el auto, Agus me dijo que quería caca y que no se podía aguantar. Divino, qué bueno que pida. Así que tuvimos que volver a entrar a casa. Y entre tanta aventura, casi me olvido de mi reunión. ¿Dónde? Ahh no, re cerquita, en Zonamérica a las 9 de la mañana. ¿Podés creer?

¿En la reunión? Bárbaro… mi jefe estaba de re buen humor. Ni se molestó cuando mi celular sonó 4 veces. ¿Quién me llamaba? Primero llamó mamá, para preguntarme si yo condimentaba el pollo antes o después de meterlo al horno, porque a ella se le seca un poco. Al rato llamó tu madre, para decirme que ayer lo vio a Joaco muy cansado, que quizás no debamos cargarlo de tantas actividades. Después llamó el de la alarma, para avisarme que estaba sonando (olvidate, seguro la activó un gato), y por último Patricia, para decirme que no podía venir a limpiar a casa esta semana, porque estaba con un poco de tos. Todos llamaditos tranqui, ¿viste?, volví a la reunión y retomé enseguida. A mi jefe le pareció comiquísimo, me pidió que armara unos informes de los últimos cuatro meses para presentar mañana de mañana, una pavada, en 6 o 7 horas hoy de noche, después que acueste a los nenes, lo saco.

¿Qué hice en la tarde? Nada, pavadas, fui a buscar a los chicos al colegio, y vinimos para casa. ¡Qué divino llegar a casa y encontrar las camas deshechas, la loza de la cena y el desayuno en la pileta y una cantidad de ropa acumulada para lavar! Pero no te preocupes mi amor, para mí esto es pan comido, nada más gratificante que llegar de laburar todo el día y ponerse a limpiar. Es como que una realmente logra desconectarse del trabajo diario. Una lástima que no pude limpiar mucho, me hubiera encantado además tener tiempo de plancharte alguna camisa para cuando vuelvas, pero la verdad que me tuve que poner a cocinar.

Después de la cena los bañé, ¡un placer! Me pareció más sencillo meterlos en la bañera, así qué después de 20 minutos de chapuzones estábamos todos mojados, yo incluida. Lo gracioso fue que justo cuando los estaba bañando me acordé que mañana Joaco tiene que llevar la merienda para toda la clase. ¿Y adiviná que toca los martes? Síiiiii, ¡algo casero! Fue divertido cocinar una torta a las 9 de la noche. Y cuando me acordé de eso, me fijé por las dudas en el cuaderno de comunicados y ¿adivina qué? La maestra pidió que armáramos un sombrero con papel cometa y un collage con frutas recortadas de revistas. Lo más genial es que es para mañana. Pero me lo tomo re tranqui, ahora cuando los acueste lo hacemos juntos en la cama. Me encanta hacer recorta y pega. Es como que me afloran los sentimientos positivos, inspiración, creatividad, aunque reconozco que sobre todo, aflora mi PACIENCIA.

Para terminar el día te cuento algo re gracioso. Agustín rompió la baranda de su cuna, así que ahora cuando se despierta de noche se baja y se aparece en nuestro cuarto. Pero me vino bárbaro, porque como me desperté varias veces en la noche, estuve como en estado de alerta todo el tiempo. Una experiencia que algún día quizás tengas la suerte de vivir.

Bueno, mi amor, te tengo que dejar porque son como las 11 y media de la noche y todavía no cené, ni me bañé, y me tengo que sentar a preparar el informe. Además estoy cocinando para las viandas de mañana. Estoy fascinada, la verdad que está bueno tener días así de largos para sentirse realizada. Pará que siento un ruido… me parece que viene de la cocina… ¿y ese olor a quemado? Ahhhh… debe ser la torta… Chau mi amor, te quiero! Que te diviertas y despreocupate! Acá esta todo bajo control…pero ¿sabes qué estuve pensando?, la próxima semana, me voy yo.

Fuente: http://bigmamiblog.com/